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Jueves 18 de Abril de 2024
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Sissel-Jo Gazan imprime un toque pasional a la novela negra nórdica

La escritora dinamarquesa Sissel-Jo Gazan, invitada a participar en el 7mo. festival de literatura Filba, se refirió a Las alas del dinosaurio, una novela negra que se desmarca de la típica resolución de un crimen, para indagar en la psicología de sus personajes, en un escenario donde lejos de la idea impoluta de la ciencia, aparece un mundo de intrigas por el poder y el prestigio.
En esta novela, fuera de lo común para el género, la complejidad de los vínculos familiares más íntimos se reiteran con distintas variantes en los personajes principales, que arrastran consigo una ira cuya intensidad puede dirigirlos -de manera paradójica- hacia la luz o la oscuridad.

Sissel-Jo Gazan (Arhus, Dinamarca,1973) es doctora en Biología y vive en Berlín. La Radiotelevisión Estatal Danesa le concedió el premio a la Mejor Novela Negra Danesa de la Década (2000-2010) por su novela "Las alas del dinosaurio".

"Considero que mi proceso de escritura es muy intuitivo y las reflexiones irrumpen ya avanzada la novela, lo que sí estoy segura es que no planifico todo hasta el último detalle. Por ejemplo no sabía quién iba a ser el asesino, quizás un familiar, porque quería un cariz emocional", dice la autora en una entrevista con Télam, que tuvo lugar en la librería porteña Eterna Cadencia.

Muchos de los personajes arrastran secretos o mentiras (define el comisario Soren) desde que son muy pequeños ¿Estas marcas identitarias son como un leitmotiv de la trama?
Me parece que hay un montón de cosas que no son obvias para nosotros mismos. Por ejemplo, Soren es un profesional, resuelve casos y para ello debe llegar al centro, necesita derribar los secretos y averiguar la verdad. Pero en su vida personal muchas veces está ciego y no toma las mismas medidas que cuando es comisario.

Así nos pasa a todos, a menudo uno siente presión y se conduce de distintas maneras. Es difícil vernos a nosotros mismos bajo la misma luz, es complicado. Yo considero que nuestra personalidad está formada desde que somos muy chicos y se nos enseña a batallar con ésta, porque son las herramientas que después tenemos como adultos.

En el caso de Anna Bella (la protagonista) hay muchísimo enojo de su parte por cosas que no le dijeron y esos secretos funcionan como manchas negras situadas detrás de ella, no algo amigable sino como una tormenta o un rayo. Y al final puede sacarlas y reconciliarse, aunque el enojo ya no desaparece, es parte de su personalidad pero puede encauzarlo de manera constructiva.

En la novela también aparece cómo el conocimiento de la verdad también puede tener un efecto letal...
Sí, también puede tener el efecto opuesto, el tema de la verdad está conectado a los fósiles y a los secretos de la familia que también están enterrados como los fósiles y es una decisión personal el desenterrarlos o no. Una vez a la vista, los secretos expuestos también tienen una serie de efectos y hay que ponerse de acuerdo en la interpretación que se les da.

La madre de Anna Bella mantuvo ciertas cosas de su hija en secreto, que ocurrieron cuando tenía un año. Desde su perspectiva era para protegerla y terminó por hacerle daño. Anna lo siente a nivel emocional pero lo malinterpreta. Y su enojo es como el de un nene chiquito que está cansado pero no se da cuenta que lo está y necesita que los padres se lo digan, y reacciona mal, con berrinches.

Una parte del libro muy importante es el de la ciencia y cómo la novela desmistifica un lugar académico que uno imagina impoluto, alejado de todo tipo de ruido ¿Quería mostrar ese escenario?
Me parece que sí, la mayoría de las cosas que escribo nacen de mi curiosidad y de mis observaciones personales y en el caso de los círculos académicos estaba muy impresionada, 'shockeada' personalmente por el dramatismo que tienen. Uno tiene la imagen de que son personas muy calmadas, con mucha compostura, que buscan la verdad, que nunca pierden los estribos, pero los científicos son bastante dramáticos, me pasaba de abrir la puerta y escuchar desde el pasillo las discusiones sobre temas monetarios, o a quien le tocaba el título del doctorado, y noté que esa figura idealizada, impoluta, no existía en la realidad.

Quería transmitir ese conocimiento al mundo exterior y establecer un puente entre los dos, para que se den cuenta de que los científicos están lejos de la perfección, no tienen la verdad absoluta, uno puede cuestionarlos.

Aunque escribo bastante intuitivamente esa parte fue escrita a propósito. Cuando estaba haciendo el primer borrador para la tesis, para mí era el trabajo escrito más seco y carente de figuras, de metáforas, que uno se pudiera imaginar. Preciso pero vacío. Y cuando se lo di a mi tutor se puso al leer el borrador y ponía al margen dramático, dramático, dramático. Completamente lo opuesto. Una manera de aunar lo científico y lo literario...

¿Cómo se inscribe su escritura en la literatura nórdica?
Las primeras tres novelas no se ubicaron muy bien en lo que es la tradición danesa literaria, en Dinamarca no es tan normal ser tan pasional como soy yo, vengo de una familia en la que la emoción se controla pero está ahí presente. Ahora estoy ingresando en el mundo de la novela negra escandinava pero salgo un poco de ese ámbito en la manera en que lidio con el género.

Podría haber sido un desastre pero no lo fue. Y esto habla también de un público que está dispuesto a abrirse a cosas diferentes, si bien mucha gente dice que no hago una verdadera novela policial, de hecho en Dinamarca Las alas del dinosaurio se lanzó como una novela a secas, porque justamente se quería abrira un público más amplio.

Por eso considero que soy una especie de gato salvaje -por decirlo así- en esta condición maravillosa que se me ha dado y cuando hablo con mis lectores me siento en una posición muy simple y agradecida, porque aquí estoy gracias a ellos.

Es maravilloso que el común de la gente esté dispuesta a leer cosas científicas, uno tiende a pensar que hay una tendencia a las cosas fáciles, porque las personas no se quieren complicar, y hay que darle literatura como a un bebé, a cucharitas, algo de lo que estoy en contra: el éxito de esta novela es una señal de que a los lectores les gusta las novelas complejas, por eso no es un típico policial escandinavo.


Fuente: Télam

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