En el acceso principal, por Avenida General Paz, un enorme espacio dedicado a la energía convoca con la emblemática sigla YPF -Yacimientos Petrolíferos Fiscales- a descender 1.500 metros desde el punto de vista de una trepanadora de suelo que busca petróleo.
De a docenas y con casco reglamentario, los visitantes ingresan a un recinto completamente oscuro, en el que varias pantallas generan el contexto del seno de piedra, para ir descendiendo sobre una plataforma vibratoria, envueltos por el rumor del trepanador que rompe la corteza hasta donde quedó atrapado el petróleo hace millones de años.
La experiencia del Simulador UVT está vedada a claustrofóbicos, embarazadas y nenes menores de cuatro años, pero todos los demás, tengan siete o 50, viven el trance con igual conmoción, pupilas dilatadas y mudos durante el atronador descenso al centro de la Tierra.
Fuente: Télam