La sorpresa de la suelta estuvo marcada por la reacción del público que se manifestó en algunos casos con miedo de tomar los libros. Hubo quienes miraron por un rato el libro, aparentemente olvidado sobre el banco o la fuente de la plaza, y recién luego de observar que nadie lo reclamaba se acercaron a tomarlo.
Al abrir el libro la consigna en su interior lo explicaba todo: “Suelta de Libros Catamarca 2014. Una vez leído, por favor, dejá el libro en algún lugar público para que otra persona lo encuentre y se forme una cadena de lectura”; y así muchos se fueron de la plaza con un libro bajo el brazo.
También hubo gente que se acercó a consultar qué había que hacer con el libro y, al enterarse, compartieron entusiasmados la iniciativa, comprometiéndose a continuar la marcha de la suelta. Otras personas querían dejar algo a cambio de llevarse el libro, como retribución a este generoso gesto de regalar lecturas.
La idea -que se desarrolla en muchas ciudades del país y en el mundo- es un proyecto más de los que lleva adelante la Dirección de Bibliotecas y Archivo, conjuntamente con el grupo Alas de Colibrí, para acercar la lectura a todos los catamarqueños.
Súmate a soltar libros a través de las redes sociales
Para quienes están más lejos y también quieren compartir la idea de liberar libros para que otros puedan leerlos, existe la posibilidad de sumar “socios virtuales” a esta campaña. Se puede participar enviando una foto de la suelta de un libro en algún lugar a elección, hasta el viernes 31 de octubre, al twitter: @Cultura_Cata o vía Facebook a Cultura Catamarca.