El nivel de inflación y el elevado precio de los commodities que las componen, operan como factores determinantes para que, tal como pasó en otras oportunidades prolifere la fundición de monedas.
Fuentes del mercado financiero y bancario que pidieron reserva señalaron al diario El Cronista que esta actividad ilegal se dio en los últimos meses. Y eso se debe a que el valor nominal de la pieza metálica (generalmente acuñada en cobre, níquel y aluminio) quedó minimizado respecto de su verdadero valor de mercado, si se toma en cuenta el metal con el que están hechas.
El dato es que faltan monedas de 25 y 50 centavos, si bien ya resulta toda una extrañeza la circulación de monedas de 1, 5 y 10 centavos. Así, por ejemplo, la moneda de 1 centavo es hoy 6 veces más valiosa si se vende como metal que si se entrega al valor que indica en número. Esta diferencia (que se calcula a la cotización del dólar oficial). En el caso de la moneda de 5 centavos, su valor en metálico asciende a $ 0,093, es decir, 86% más elevado.
Incluso la moneda de 25 centavos refleja la acción de la inflación, ya que en la versión compuesta 75% en cobre y 25% en níquel su valor metálico ya ha superado en un 51% el valor nominal de la pieza.