El pasado mes de agosto, la comuna capitalina junto a la Base Nacional de Control de Vectores y el Ministerio de Salud de la Provincia, a través de la Dirección de Vectores y la Subsecretaria del Ambiente, realizaron en el cementerio municipal, la tarea de identificar todos los recipientes que puedan ser potenciales criaderos de mosquitos. Luego, se tomaron las muestras a fin de rotularlas para después remitirlas al laboratorio para su correspondiente análisis y así poder determinar de qué especie se trata.