Se trata de agrietamientos de gran profundidad y que se extenderían a lo largo de más de 40 kilómetros, ya que “siguen una misma línea desde San Pedro de Guasayán y llegan hasta parajes cercanos a Laprida, en dirección norte- sur por el pie de los cerros”. Habrían aparecido luego del movimiento del mes pasado.
Así le comentó a EL LIBERAL, Luis Díaz, un vecino de esta capital que habitualmente recorre esa zona, ya que es oriundo de Villa La Punta y tiene familiares radicados allí.
“Hace unos días estuve en San Justo, y los vecinos me hicieron ver unas grietas que están a unos 100 ó 200 metros de donde habían aparecido otras en febrero, después de un temblor que hubo en esta parte. Están preocupados porque no saben si pueden repetirse y algunas están muy cerca de las casas”, indicó.
Según su relato, junto con otros habitantes del lugar, siguieron la línea de las grietas, y escucharon que existían en otros parajes como Palo Lindo, La Laguna, que se encuentran aproximadamente a diez kilómetros del lugar, siguiendo hacia el sur. “No descartamos que lleguen hasta Laprida”, especuló.
Represas vacías
Díaz relató que los vecinos le comentaron que habían pasado “cosas raras en el suelo”, y la preocupación les nació luego de ver cómo se habían vaciado las represas de la zona.
“Varias represas de los vecinos, incluso una comunitaria, amanecieron vacías, y todas tenían una enorme grieta en el medio. Eso generó la preocupación de la gente, pero no lo habían comentado esperando que alguien llegue a la zona para ver qué había pasado”, indicó.
La preocupación de los vecinos fue recogida por una hermana de Luis Díaz quien se desempeña como profesora en Catamarca, quien interesó del tema a expertos en Geología de esa provincia, los que pidieron mayor documentación para analizar.
Muestras
Con el propósito de tomar nuevas fotografías y videos, la profesora llegará a la zona en los próximos días, por cuanto los expertos catamarqueños le habían pedido más elementos para analizarlos, ya que sólo contaban con fotos captadas con un teléfono celular como testimonio.
Según relató Luis Díaz, las grietas tienen un ancho de 40 centímetros en algunos sectores, mientras que en otros superan los 60 ó 70 cm, por lo que calculan que bien podría haber caído una persona o un animal adentro, ya que son muy profundas.
“No es regular la grieta, en algunos lados son bien angostitas, mientras que en otros se ensancha hasta más de medio metro y son muy profundas. Uno de los muchachos me comentó que introdujo una vara de cuatro metros, y en algunos lugares no tocaba fondo. El problema es que sigue hasta medio del monte y algún poblador puede caer”, relató Díaz.
Fuente: elliberal.com.ar
