Pese a su corta edad, el pequeño acaba de egresar de la escuela secundaria con un promedio general de 9,15 y ya se encuentra preparando el ingreso a la universidad para estudiar ni más ni menos que dos carreras.
Se trata de la Licenciatura en Ciencias de la Computación y en Ingeniería Electrónica, que se dictan en la Universidad Nacional de Córdoba (UNC).
En diálogo con Cadena 3 Koichi -nombre que fue designado desde Japón por pertenecer a la religión budista- señaló que su tiempo libre lo aprovechó para invertirlo en el estudio de idiomas.
Hoy en día es un jovencito que no sólo a terminado la educación media sino que ya maneja el inglés, el italiano y el francés tan bien como el español.
“Ahora estoy estudiando Alémán con una mujer que me enseña aquí en el barrio”, señaló entusiasmado el niño.
Al ser consultado si se tiene fe en el ingreso a las carreras universitarias, Kouichi señaló: “Estoy muy tranquilo. Normal”.
“Hago lo que hace cualquier chico normal. Me gusta jugar al tenis, ir al cine y reunirme con amigos. Libros leo, pero no novelas, sino materiales de estudio”, indicó.
El pequeño recibirá el viernes próximo en el auditorio de la Ciudad de las Artes el diploma por haber concluido sus estudios en el Ipem (Instituto Provincial de Educación Media) Nº 48 “Presidente Roca”.
Si bien ingresó al secundario en el año 2008, cursó regularmente sólo segundo, cuarto y sexto año, dado que ha rendido libre las asignaturas correspondientes al primero, tercero y quinto.
Carlos Pereyra, vicedirector de la escuela de orientación técnica de la que acaba de egresar el adolescente, aseguró a la prensa que "no hay antecedentes, al menos en este colegio, de un alumno que egrese siendo tan chico".
El docente destacó que Kouichi "ha tenido un desempeño normal y ha cumplido, como cualquier otro alumno, las exigencias de la institución, razón por la que no ha gozado de ninguna consideración especial por su edad".
Por su parte, Rolando Cruz, padre del pequeño fenómeno, en diálogo con Cadena 3 recordó que el niño fue estimulado desde temprana edad y que tomaron conocimiento de sus espectaculares cualidades al momento de pedir un juego o algo que le gustara.
“Si le gustaba un juego didáctico y no se lo podíamos comprar en ese momento, no se olvidaba. No insistía, pero no se le iba de su memoria. Esta es una característica de él: se pone su objetivo y los persigue hasta cumplirlo”, resaltó el papá.
Rolando destacó que la mayoría de las actividades que practica Kouichi son por iniciativa propia. “Ya rindió unos exámenes para el ingreso a la universidad y el sábado tiene otros. Todas son iniciativas propias”.
“Cuando nos enteramos de sus cualidades no sabíamos qué hacer. Soy anestesiólogo y no entiendo mucho de psicología. Queríamos darle lo mejor, pero no sabíamos cómo. En el primario tenía problemas de conducta porque se aburría mucho. Estuvo contenido por una psicopedagoga y eso nos ayudó mucho”, agregó Cruz.
Fuente: cadena3.com.ar
