Y señaló: "porque es difícil, también, imaginar que el conjunto de lectores de Macedonio representa un tipo especial de lectores. Lectores capaces de soportar los obstáculos que su obra propone. Todo Macedonio es una petición de lectura".
"Toda su reflexión es una petición de lectura -insistió el también sociólogo-, pero si se hace simultáneamente la reflexión, la escritura y la petición, el resultado es un tipo de lector que podría llegar a suponer todo el edificio de lectura de una nación, y eso no es exagerado, porque, como dice él, es un lector desbaratado".
"La expresión forma de vida, o mundo de vida, está en toda la filosofía contemporánea; si la escritura de Macedonio está en objeto, es porque es un mundo de vida. En todo Macedonio va apareciendo algo que no es imposible de ver en la filosofía del lenguaje".
Y agregó que "también está, sin dudas, en la literatura existencial, de un modo que hay que descubrir. Existe una promesa macedoniana que sigue asociando generaciones, y esa asociación no se produce fácilmente con otras lecturas. Eso debe ser porque se trata de un escritor que antes que aceptado es rechazado en lecturas universitarias y que tiene ciertas ventajas de la marginalidad, del hermetismo y la oscuridad".
Y concluyó: "la ausencia de contraseñas fáciles en Macedonio hace que cada generación de lectores, de profesores y de alumnos encuentren repentinamente algo, que aunque sea engañoso, no se encuentra en otro lugar".
A su turno, Ferro dijo que "promover estas jornadas es un gesto político, pero no política relacionada con lo que los escritores piensan o tratan de promover cuando escriben, o cómo los lectores interpretan, sino un gesto político de la literatura".
"Pretendemos intervenir en el modo que circulan los textos, en el modo que se atienden los cánones; lo nuestro es una toma de posición frente a eso, porque estamos convencidos que los tiempos de la literatura son los de largo plazo", señaló el ensayista.
"En literatura, la valoración de los textos no se mide con urgencias ni por rankings de ventas ni por aparición en algunas de las extensiones de la publicidad de las grandes editoriales, que a veces tienen las forma de suplementos culturales. Por eso, la figura de Macedonio significa un punto de anclaje fundamental".
"Estamos convencidos que la figura de Macedonio es decisiva en lo que tiene que ver con todo lo que sea la literatura argentina en el tiempo que viene, y cuando digo el tiempo que viene no me refiero solamente a aquellos que encaramos la tarea de escribir, sino al tiempo que viene de los lectores: el tema no es que haya escritores de vanguardia, el tema es que haya lectores de vanguardia. Eso es lo que promueve Macedonio", concluyó.
Por su parte, el escritor Ricardo Piglia señaló que "es importante que se hagan estas jornadas. Es una reunión de gente que está interesada en su obra. Hay muchísimos inéditos y está en discusión la forma de trabajar y presentar a esos inéditos. Todo lo que podamos hacer para promover la obra, es bienvenido".
"Recién ahora estamos empezando a darle la dimensión que tiene su obra; hay mucha gente trabajando sobre su filosofía, hemos insistido mucho sobre su teoría de la novela, pero también hay interés en ciertas concepciones políticas de Macedonio, que son muy productivas. Es un escritor siempre contemporáneo", explicó Piglia.
"Macedonio escribe desde la filosofía, como Robert Musil, y usa la novela para experimentar con la experiencia y con cuestiones que la filosofía se plantea paralelamente".
"Era muy lúcido en cuanto a la construcción de la figura del autor, no era nada ingenuo; manejaba ese criterio de estar retirado pero al mismo tiempo con intervenciones siempre muy modernas. Creo que está ligado incluso a Marcel Duchamp. Manejaba cierto tipo de idea de la manera que el arte funciona en la sociedad contemporánea", afirmó Piglia.
Fuente: Télam
