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ANIVERSARIO

Tragedia de Once: a un año, críticas y reclamos de los familiares

En el primer aniversario del accidente ferroviario, parientes de las víctimas hicieron con Infobae un repaso por el estado de la causa, cuestionaron los anuncios de obras y pidieron justicia.
(DIARIOC, 22/02/2013) A un año de la Tragedia de Once, tanto Paolo Menghini Rey como Vanesa Toledo, familiares de las víctimas, coinciden en cuanto a la celeridad que tuvo la causa. “No nos imaginábamos que un año después íbamos a estar en esta instancia porque la historia de las megacausas en la Argentina es complicada. Estábamos preparados para un proceso largo pero teníamos la esperanza de que la investigación de la tragedia fuera una bisagra en la justicia”, indicó Paolo, en diálogo con Infobae.

Por su parte, Fabio Cordone, sobreviviente de la tragedia, fue más contundente: “Siento una desidia y un abandono por parte del Estado y de la empresa porque nadie se ocupó ni se preocupó. No me llamaron para ver cómo me sentía, ni por los remedios ni por si los podía pagar. Una vergüenza”.

“Nunca aceptamos banderas gremiales ni políticas porque consideramos que tenemos una causa muy noble por la que luchamos y porque justamente fueron los gremios y los políticos quienes no hicieron lo que tenían que hacer y provocaron la tragedia”, sentenció Vanesa, cuya madre falleció en el accidente.

“Con la elevación a juicios oral y con los procesamientos se terminó una etapa que nos satisface. Tenemos algunas diferencias y pedimos que se agraven los cargos a la hora de la elevación a juicio oral, pero en términos generales nos deja conformes”, puntualizó el padre de Lucas, la última víctima en ser hallada, tres días después de la tragedia.



A diferencia de Lucas Menghini Rey, Fabio Cordone sobrevivió a la tragedia y pudo describir su salida del tren y el panorama con el que se enfrentó: “Pude bajar, las puertas estaban entreabiertas, la gente lloraba. Caminé para adentro de la estación y estaba el motorman todo colgado (sic). No quería ocupar una ambulancia porque no me sentía tan mal. Pero al rato me bajó la presión del dolor y pedí que me llevaran”, explicó.

La Tragedia de Once provocó la muerte de 51 personas y 700 heridos y puso de manifiesto, de la peor manera, el lamentable estado del transporte público en el país. El hecho ocurrió el 22 de febrero de 2012, a las 8:32, cuando la formación 3772 del tren Sarmiento no pudo frenar el ingreso a la plataforma número 2 de la estación de Once y, como consecuencia, impactó violentamente contra el parachoques. De esta manera, la segunda formación se incrustó dentro de la primera provocando el fatal accidente.

Como resultado, renunció el ex secretario de Transporte, Juan Pablo Schiavi, quien fue procesado junto al ex funcionario Ricardo Jaime. El gobierno intervino TBA y luego le quitó la concesión. También se les inició una causa al maquinista, Marcos Córdoba, y al ex interventor de la Comisión Nacional de Regulación del Transporte (CNRT), Antonio Sícaro. Además se anunciaron varias obras en pos de mejorar la línea Sarmiento y el sistema ferroviario en general.

En cuanto a los resultados de las pericias, la sala segunda estableció que fueron fundamentales para los procesamientos porque demostraron que la mayoría de los subsidios nunca fueron destinados a donde tenían que haber ido, como por ejemplo, al mantenimiento de los trenes, a la renovación de vagones y vías.

“Fueron utilizados para ser reinvertidos en otras áreas de su grupo, gastos personales pagados con tarjetas corporativas que se pagaban con los subsidios que el Estado le mandaba al TBA, gastos en viajes al exterior, joyas, vinos, flores, muebles. Y todo eso se hizo con el absoluto conocimiento de los funcionarios del Estado nacional encargados de controlarlo”, detalló Paolo.

Vanesa aseguró que los resultados que arrojaron las pericias técnicas establecieron que los frenos funcionaban pero no los compresores que, entre otras cosas abastecen tanto las puertas como los frenos. “Hay que tener en cuenta que estas formaciones se adquirieron en la década del 60, que no estaban nuevos, sino pasados de kilometrajes, y que los pusimos a funcionar como nuevos hasta el día de hoy. Así que el hecho de que estuviesen en funcionamiento todos los frenos no sirvió de nada”, detalló.

“El juez Claudio Bonadío lo define como una trilogía siniestra: empresarios, burocracia sindical y funcionarios del ejecutivo. Todos unidos armando esta trama tremenda de descuido por el ciudadano, de robo al Estado y los propios implicados adentro del Poder Ejecutivo y defendidos”, añadió.

En cuanto a la responsabilidad del maquinista, el gobierno lo apuntó como uno de los mayores responsables de la tragedia pero los familiares están divididos sobre ese tema.

“Desde la querella Menghini Rey la responsabilidad que le endilgamos a Marcos Córdoba es no haber detenido el tren cuando se da cuenta que no frenaba bien, que eso fue en por lo menos dos ocasiones en el trayecto que va de Castelar a Caballito. Si él hubiese asumido la responsabilidad de las 2500 personas que llevaba a cargo y de su propia vida, esto no hubiese pasado. Obviamente no es el principal motivo de lo que pasó, la responsabilidad de la tragedia está en el entramado de corrupción sindical, empresarial y de los funcionarios del gobierno nacional que arman el entramado que se desarrolla sin detenerse, atravesando gobiernos hasta llegar al 22 de febrero”, declaró Paolo.

Por su parte, Vanesa Toledo aseguró: “Córdoba iba a una velocidad excesiva y según sus declaraciones avisó que tenía freno largo, que es cuando necesita mayor distancia para frenar. Además, no tenía velocímetro en la formación y todos los días calculaba las velocidades a ojímetro. Hay que tener en cuenta también que en la estación de Caballito anuló el dispositivo de hombre muerto, que es un comando que está en la cabina y que debe estar presionado constantemente. Si ese dispositivo se suelta, llegado el momento el tren hubiese parado o perdido velocidad”.

En relación a las obras anunciadas por el gobierno nacional, los familiares de las víctimas se muestran mayormente críticos.

“Están empezando a cambiar las vías pero no en todos los fragmentos y todas las demás promesas estamos esperando que sucedan. Pero nos parece una falta de respeto que ante los anuncios de las obras (el Gobierno) omitan que esas decisiones les costó 52 vidas. Me parece injusto e irrespetuoso”, indicó Vanesa.

“El Gobierno no asume la tragedia como parte de su responsabilidad. Al no nombrarla, al no tomar ninguna decisión ejecutiva como una consecuencia de la tragedia, la niega. La única que se refirió a la tragedia fue la presidenta 5 días después. Ningún otro funcionario volvió a hablar del accidente”, sostuvo Paolo.

Y continuó: “Con respecto a las obras creemos que lo que se está haciendo es una cuestión que tiene que ver con algo muy superficial. Al usuario no le importa recibir en el celular la hora en que llegará el tren, le importa que llegue, que no se atrase, no viajar como animales. La gente se murió porque no tenían ningún sistema de seguridad. Lo importante está en viajar seguros y medianamente cómodos. La importancia está en la vida de la gente, en la manera que viajan los laburantes de este país”.

El padre de Lucas Menghini Rey se refirió al caso puntual de su hijo y dijo que mostró “de una manera muy cruel el abandono de los usuarios y muy concretamente la falta de capacitación para atender una tragedia de la que nadie está exento”.

“Los encargados de un sistema de rescate de víctimas no encontraron a una persona en el momento de la tragedia ni tampoco después. Lo dejaron abandonado tres días y no lo encontraron porque no lo buscaron. Y desde el Ministerio de Seguridad no solo se intentó culpabilizar a Lucas de su suerte sino que nunca tuvieron una palabra para los responsables del sistema de rescate de las víctimas”, puntualizó Paolo.

“Además de las personas fallecidas hay 700 heridos que están olvidados. Y si nosotros nos hubiésemos quedado llorando, que lo hacemos todos los días, estaríamos olvidados como ellos”, agregó.

“Nosotros fuimos descuidados de manera integral, no nos quedó nada, solo un vacío que se va a reproducir hasta el último día de nuestras vidas, de eso no se vuelve. Pero estamos seguros de que vamos a encontrar en el fallo final del juicio oral con nombres y penas a cumplir de los responsables, lo que va a hacer que este país sea un poquito mejor”, concluyó Paolo

“Esta lucha es para concientizar a la sociedad de lo que sucedió porque no se toma magnitud del hecho. Fueron 52 vidas pero podrían haber sido muchísimas más y es algo que puede pasar todos los días”, finalizó Vanesa.

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