De acuerdo con lo consignado por el magistrado, las tareas periciales comenzaron el pasado 20 de mayo e incluyen "documentación, individualización y clasificación; descripción tanatológica, toma de muestras para estudios complementarios (radiológicos, químicos y odontológicos) y determinaciones genéticas”, tendientes a la identificación de los perfiles genéticos de las 22 víctimas del accidente aéreo.
Las tareas son acompañadas con la obtención de muestras para la determinación genética de los familiares de las víctimas, tarea a cargo del Servicio de Huellas Digitales Genéticas de la Facultad de Farmacia de la Universidad de Buenos Aires.
El 21 de mayo pasado, el Juzgado Federal realizó una inspección ocular en el lugar en el que se produjo la tragedia aérea en el paraje de Prahuaniyeu. La Junta de Investigaciones de Accidentes Aéreos de la Aviación Civil, perteneciente a la Secretaría de Transporte de la Nación, continúa en el terreno levantando rastros y realizando las tareas conducentes a la reconstrucción del hecho. (Infobae)