El subjefe de la Unidad Regional V de Policía, comisario inspector Claudio Aguirre, explicó que "a raíz del impacto, ambos vehículos salieron de la carpeta asfáltica, hacia una alcantarilla y el micro quedó incrustado en su parte baja".
"Para que tengan una idea de la magnitud del impacto, el eje delantero y las dos ruedas delanteras quedaron a la altura de la mitad de la puerta de abajo, casi en la mitad del coche", añadió, en referencia a que más de cinco metros de la parte baja del ómnibus se destruyeron totalmente.
En ese sector iban los dos conductores y los pasajeros que murieron en el choque, entre ellos los mellizos Agustín y Alejandro Santo (2) y su hermanita mayor, Soledad Santo (5), quienes viajaban con su mamá, Alejandra González (31), gravemente herida.
Una sobreviviente del accidente que se identificó como Natalia relató al canal C5N que antes del choque esta familia estaba sentada en los asientos traseros y que uno de los choferes le ofreció a la mujer pasar a los delanteros para que ella y los niños estuvieran más cómodos.
Los otros fallecidos en el siniestro son los conductores Martín Armando González (36) y Miguel Angel Louro, ambos oriundos de la provincia de Buenos Aires; y los pasajeros Mario Copa (30) y Dorix Mamani Guanga (30), ésta última de nacionalidad boliviana.
Los heridos más graves son los cuatro ocupantes de la camioneta: el boxeador cordobés Solís, quien viajaba acompañado por su técnico, el ex campeón argentino y sudamericano de los medios pesados, Sergio Merani (45), y las hermanas Yamila y Verónica López.
El púgil, oriundo de Villa María, permanecía esta tarde internado en la clínica 10 de Septiembre de Sunchales en terapia intensiva y con pronóstico reservado, al igual que Merani, que sufrió politraumatismos y una fractura en la pierna izquierda.
Solís resultó víctima del accidente luego de que anoche participara en un festival boxístico en el Club Libertad de Sunchales, en el que le ganó por nocaut técnico en dos vueltas al uruguayo Joaquín Zssenco Nicoloff.
El boxeador había viajado junto con Verónica López, quien quedó internada en el Hospital de Rafaela y su hermana Yamila, llevada al Hospital de Sunchales.
El único herido que fue trasladado al Hospital Cullen de la capital santafesina es Cristian Santillán (34), domiciliado en la localidad bonaerense de Quilmes, quien sufrió politraumatismos y se encontraba internado en terapia intensiva.
Si bien el jefe de la Unidad Regional V dijo que todavía se desconocen las causas del accidente, varios sobrevivientes manifestaron que el micro, que estaba con el pasaje completo, iba a alta velocidad porque había salido de una parada que hizo en Santiago del Estero con más de una hora de retraso.
"El micro iba en todo momento a gran velocidad y pasando a todos. Sentí dos impactos, primero contra la camioneta y después contra el hormigón", aseguró la pasajera Natalia.
La mujer dijo que apenas ocurrido el accidente el ómnibus "se llenó de humo y la gente se asfixiaba", por lo que ella empezó a golpear los vidrios para tratar de romper las ventanillas, que en este tipo de micros no se abren.
Relató que viajaba junto a su hija de 10 años, a quien en los primeros momentos vio cubierta de sangre y creyó que había resultado gravemente herida, pero luego comprobó que había sido manchada por otros pasajeros lastimados que se les cayeron encima, ya que -afirmó- nadie llevaba colocado el cinturón de seguridad.
La sobreviviente aseguró que tras el accidente "pasaban camiones y otros micros, pero nadie paraba".
"Yo lloraba y gritaba fuerte que nos ayuden, pero salimos solos, nadie nos vino a ayudar. Hubo gente que se tiró de la parte de arriba, pero los que estaban abajo lloraban, no se movían y los tuvieron que sacar los bomberos", agregó. (Telam)
