Tras la sepultura, Ariel -aún consternada y sin consuelo por la pérdida inexplicable de su hija- habló en exclusiva con EL LIBERAL y contó que el animal llegó a vivienda para protegerlos de los delincuentes.
Acompañado por su esposa Natalia y otro familiar, Ariel regresó a su casa, ubicada en la Mza. 46 Lote 7, después de la tragedia de ayer, cerca de las 11.30. En diálogo con este medio contó que aún no logra entender qué fue lo que sucedió, pero sólo tiene la certeza de que su hija no volverá más.
Visiblemente consternado, el joven -que trabaja como chofer de la línea 25 de Mayo- contó que adquirió el animal para cuidar su casa, ya que estaba cansado de ser el blanco proferido de los malvivientes.
‘No puede ser que yo trabaje todo el día, para que otros vengan y me saquen lo que compré con el sacrificio de mi trabajo. Por eso traje a ese perro. Lo traje para que me cuide y terminó quitándome lo más importante que tenía en la vida’, expresó Ariel, mientras apretaba fuerte su cara, como sin entender nada.
El dolido padre recordó que nunca antes el animal había intentado atacar a los integrantes de su familia. ‘Siempre permaneció atado. Nunca demostró ser un animal agresivo’, explicó. Si bien es cierto no dio detalles de cómo lo adquirió, desmintió que haya llevado el animal a su casa para hacerle un favor a un amigo.
‘El perro era mío. Yo lo traje a mi casa para que nos cuidara de los delincuentes, ya no era vida la que llevábamos siendo víctimas de robos. No nos dejaban nada’, explicó el hombre.
Al ser consultado sobre el motivo por el que la menor estaba en la parte trasera de la vivienda, Ariel expresó: ‘Yo estaba trabajando. No sé muchos detalles, pero tampoco quiero recordar ese momento’.
Los retos de la pequeña fueron entregados a sus padres pasado el mediodía del viernes, y luego fueron velados en una sala velatoria, de calle San Carlos y Soler, del barrio Centro.
Sobre la instrucción que se sigue por el trágico episodio que conmovió a propios y extraño, se supo que personal de la Comisaría 47ª, en los próximos días, tomará declaración testimonial a todas las personas que auxiliaron a la madre de la niña, quien pidió ayuda a sus vecinos, cuando el animal tenía entre sus dientes a su hija. Los relatos serán enviados al fiscal que instruye la causa, quien indicará los pasos a seguir.
Fuente: elliberal.com.ar