Sus restos habían sido identificados este año por el Equipo Argentino de Antropólogos Forenses (EAAF). Se encontraban en una fosa común en el cementerio de Avellaneda y su identificación se logró gracias a las muestras de sangre voluntariamente tomadas a familiares de desaparecidos.
"Fue el regreso a su pueblo", le dijo al diario Clarín la hermana de Julio, Mónica Navarro, quien encabezó la marcha que llevó la urna con los restos desde el centro de la ciudad hasta el cementerio de la ciudad.
El jueves se había descubierto una placa a modo de baldosa en el cantero central de la Plaza Colón en la que se exigía "juicio y castigo a los culpables". El homicidio de Navarro es investigado en el marco de la megacausa que analiza los crímenes en jurisdicción del I Cuerpo de Ejército en la dictadura.
Ex militante de la rama juvenil del PRT, Navarro fue secuestrado el 8 de julio de 1976 y murió tras ser torturado y fusilado. Sus restos fueron inhumados clandestinamente en el cementerio de Avellaneda en el segundo semestre de 1976 y exhumados 23 años después, en 1999.
No obstante, su identificación recién fue posible este año, junto con restos pertenecientes a otras 41 personas. De los 23 desaparecidos registrados en Luján, Navarro es el quinto en ser identificado.
Fuernte/ 26noticias.com.ar