Todo comenzó ayer a la mañana cuando una formación que circulaba desde la cabecera Leandro N. Alem hacia Rosas, la otra terminal ubicada en Villa Urquiza, se detuvo por problemas técnicos cuando salía de Pasteur y los pasajeros debieron ser evacuados por los túneles, lo que generó una crisis de nervios en algunos de ellos.
Como consecuencia de esta evacuación, la empresa concesionaria dispuso un servicio reducido entre las estaciones Rosas y Medrano.
Cuando los usuarios se enteraron en Medrano que debían descender porque el servicio finalizaba ahí, primero se negaron y, luego, un grupo de pasajeros atacó la boletería y causó algunos destrozos que generaron una crisis de nervios en algunos empleados.
"Repudiamos todo hecho de violencia. Nosotros también sufrimos lo que sufren los pasajeros todos los días. Sabemos que se viaja mal, apretados, hay robos en las formaciones y muchas veces ocurren este tipo de fallas técnicas que generan problemas y causan fastidio", dijo Enrique Rositto, secretario de prensa de la Asociación Gremial de Trabajadores del Subte y Premetro (Agtsyp).
Con relación al nuevo desperfecto registrado ayer, el gremialista aseguró hoy que "hace más de un mes que diariamente pasan este tipo de problemas y siempre son en las mismas tres formaciones. Lo que ocurre es que son trenes que se quedan sin maniobra".
"Estos trenes, los CAF 5000, son los que el gobierno de la Ciudad compró a España, donde habían sido destinados a chatarra. Si bien se realizaron tareas que llevaron más de un año para poder sacarlos a las vías, son trenes que ya tienen mucho desgaste, por algo en España no los usaban más", recordó en diálogo con Télam.
En ese sentido, el metrodelegado añadió: "La mayoría de las veces es que se quedan sin maniobra, es decir, el conductor le da una orden y el tren no responde, lo que termina en que quede varado".
"Lo peor es cuando queda varado entre estaciones, ya que hay que evacuar a los pasajeros con todos los riesgos que esto implica, además del nerviosismo propio de los usuarios ya que los túneles representan un lugar hostil para ellos", completó Rositto.
Destacó además que "estas situaciones las venimos denunciando hace meses" y que "la línea B ya se encontraba saturada antes de la incorporación de las dos nuevas estaciones (Echeverría y Rosas), con las que se agregaron entre 50 y 60 mil usuarios".
Como consecuencia de los incidentes ocurridos ayer, una empleada debió ser asistida "con un ataque de nervios, ya que los usuarios rompieron el vidrio de la boletería y este le estalló encima".
Fuente: Télam
