En tanto, Carlos Cambera -de los Bomberos de Tafí Viejo- informó que una dotación se afanaba por apagar las llamas en el pedemonte taficeño, en la zona conocida como Nueva Esperanza. El siniestro se extendía a lo largo de 300 metros.
Por su aparte, Juan Bertolini -de los Bomberos de Lules- indicó que desde hace tres días procuran apagar las llamas en La Quebrada de Lules. "Ayer parecía estar controlado pero esta mañana nos avisaron que la situación se complicó otra vez. Hay alguna mano en el medio. Estamos seguro de eso", dijo.
La tarea de los bomberos se realiza contrarreloj y después de un fin de semana agotador para los 11 cuerpos que hay en la provincia (Alberdi, Aguilares, Concepción, Monteros, Lules, San Miguel de Tucumán, Las Talitas, Alderetes, La Florida, Tafí Viejo y Tafí del Valle).
Debieron trabajar para apagar incendios en Burruyacú, El Naranjito y Los Puestitos (donde debieron evacuarse algunas viviendas), El Cadillal, Gobernador Garmedia, La Virginia y Piedrabuena. Más incendios en viviendas de la capital y Tafí Viejo.
Las elevadas temperaturas y los múltiples focos agotaron la capacidad operativa de los cuarteles. "Estamos colapsados, llegamos al límite", dijo Bertolini. En consonancia con éste, Cambera señaló: "la situación es extrema, tenemos hombres muy cansados y equipos en reparación. Ojalá no ocurra ningún incendio de grandes dimensiones porque no sé cómo podremos responder".
Finalmente, Fernando Torres, director de Defensa Civil, admitió que la situación es muy compleja y en las últimas horas debieron recurrir bomberos nuevamente a El Naranjo y El Sunchal. "Estamos atravesando una situación extrema", dijo.
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