Es que para Tute -Juan Matí­as Loiseau- la religión es parte de sus "inquietudes, dudas y obsesiones" así­ como el amor, las relaciones y la soledad, comportamientos humanos que se expanden en este catálogo de situaciones, hiladas sutilmente por un avioncito de papel que recorre páginas y por personajes que se encuentran y desencuentran en el mundo y en el espacio.
Esta es su primera publicación "de largo aliento", como dice a Télam, con una impronta que la sobrevuela: no hay una trama concreta, sino muchas ideas que se envuelven, se retroalimentan, mechan sabidurí­a con sentido común, y se abandonan, todo con el remate lógico del humor de este hombre versátil, creador de entrañables personajes como Batu, Trifonia y Baldomero, que también es un cineasta premiado y un notable escritor de tangos.
"No hubo una idea disparadora, sino un capricho, un deseo y ganas. Eso fue lo que me impulsó, de hecho no es una novela clásica con personajes que se desarrollan a lo largo de un libro, sino que la hice como hago las páginas dominicales, con puntas que se van encontrando en el camino", cuenta.
Esa ausencia de trama redondeada, la angustia, lo nostalgioso y las parejas en esta obra publicada por Sudamericana es un claro rasgo "tuteano". "Nada fue premeditado y apareció lo que suele aparecer en todo mi trabajo. Hay inquietudes, dudas, obsesiones, no es que me propuse hablar de religión o amor, fue apareciendo y al final de todo, completé las 300 páginas".
"La gran diferencia -dice- respecto a mi página dominical fue conectar las historias y si miran con detenimiento al principio hay una tendencia mayor al remate en el último cuadrito, porque es algo que tengo incorporado. Me decí­a a mí mismo «acá hay que seguir». Fui conectado pequeñas historias, finalmente quedó una novela gráfica absurda, extraña y de microrrelatos que abordan los temas del tí­tulo".
Fuente: Télam