Con la misión de investigar, desarrollar y producir tecnologías en el área de petróleo, gas y energías alternativas, YPF-TEC se consolidó con el traspaso a su planta de 100 personas Yacimientos Petrolíferos Fiscales-YPF.
"YPF se topa con el shale -un hidrocarburo en estado gaseoso presente en formaciones rocosas que se fracturan hidráulicamente- y eso le reconfigura su modelo de negocios, pero necesita un gran desarrollo de tecnología propia", dijo a Télam el ingeniero industrial Santiago Sacerdote, director general de YPF Tecnología.
Entonces, "YPF-TEC se constituye en más que una aventura: en lo que le puede permitir a YPF ser una empresas especializada en el mundo en shale", afirmó el también vicepresidente de Asuntos Tecnológicos del Conicet.
Sacerdote planteó que "YPF podría haber hecho esto con tecnología extranjera, pensando sólo en los resultados y contratando una empresa de servicios, pero apostó a que sea nacional para tener no sólo la independencia energética sino también la tecnológica".
"El proyecto YPF es el más importante que tuvo el país en los últimos 40 años: es una oportunidad para la soberanía energética que haga tracción desde lo tecnológico en la innovación argentina, y beneficie a miles de PyMes para que todas las áreas reciban lo que irradie el beneficio económico de la inversión", opinó.
Sacerdote enfatizó que "los requerimientos de gente bien formada son diez veces más que lo que se tiene, y hablamos de miles, y se requiere un desarrollo logístico inmenso que justificaría hacer trenes, formar pueblos enteros, porque es otra escala de demanda".
El Plan Espacial Nacional completa el objetivo de desarrollar, fabricar y poner en órbita satélites de observación terrestre con la sinergia que supone aunar a la Comisión Nacional de Actividades Espaciales-Conae, Invap y Arsat, y una plataforma de lanzamiento.
El Centro de Ensayos de Alta Tecnología-Ceatsa, inaugurado en septiembre por la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, permitirá a Argentina probar complejos equipos como satélites y radares, en un enorme laboratorio aledaño a Invap.
"Excepto por el de Brasil -en el que se probó el satélite argentino SAC-D Aquarius antes de mandarlo con éxito al espacio-, el resto de los centros de ensayos están en el hemisferio norte, lo que demanda costos altísimos durante meses de pruebas", dijo a Télam el gerente general, Marcelo Famá.
Argentina ingresó al club de siete países que desarrollan satélites en el mundo a partir de Invap, una original empresa estatal dedicada al desarrollo y fabricación de tecnología compleja, que tendrá en órbita en un futuro cercano el primer aparato de telecomunicaciones de industria nacional, el Arsat-1.
"Integramos un ´club´ muy especial de países que construyen satélites y la atención está centrada en que salga bien Arsat-1 a poco de lanzarlo, entre junio y julio de 2014", dijo a Télam Héctor Otheguy, gerente general de la rionegrina Invap.
El presidente de la empresa estatal Arsat, Matías Bianchi, informó a Télam que "Arsat-1 está equipado con una antena para Televisión Digital Terrestre, Internet y telefonía sobre IP".
Los satélites y el cableado de fibra óptica "son proyectos complementarios que tienden a disminuir la brecha digital", dijo.
Argentina es el séptimo país en el mundo en construir satélites de telecomunicaciones y el único en Latinoamérica, lo que demandó una inversión estatal de 6.500 millones de pesos.
El país dispondrá de una planta de lanzamiento de satélites en la zona de Baterías, próxima a la localidad de Punta Alta, cercana a Bahía Blanca, lo que generará unos 250 puestos de trabajo y demandará una inversión estatal de 2.000 millones de pesos, informaron la Conae y el Ministerio de Planificación Federal.
El desarrollo de una serie de cohetes Vex para pruebas culminará en el lanzamiento del Tronador II previsto para octubre de 2015, que será el primero de su tipo en Latinoamérica.
Para el Ministerio de Ciencia y Tecnología, 2013 fue un año de avances científicos orientados a mejorar la vida y la producción.
"Trabajamos para que los avances científicos le lleguen a la gente que está esperando un cambio de vida", definió el ministro de Ciencia y Tecnología, Lino Barañao, quien informó que el presupuesto para 2014 es de 5.000 millones de pesos.
La planta del Conicet suma 7.900 investigadores, además de 8.700 becarios y 1.007 repatriados, a los que hay que agregar más de 1.000 becas de la Agencia de Promoción Científica y Tecnológica.
"Los números siguen creciendo, pero el núcleo (de la política científica) tiene que ver con el nuevo enfoque de la ciencia en el país, (en el que) la ciencia básica tiene mucho para progresar, pero es a la demanda de la sociedad a la que debemos responder".
Dedicado a las preguntas que la ciencia tiene pendiente de resolver, como dos teorías de la Física que se autoexcluyen, la de la relatividad y la de la mecánica cuántica, se cuentan el físico teórico Juan Maldacena, ubicado en el podio de los físicos más citados en el mundo por su "Conjetura Maldacena".
Maldacena recibió en 2013 el Premio Konex de Brillante, compartido con el biólogo Alberto Kornblihtt, e ingresó a la Academia Pontificia de Ciencias nombrado por el Papa Francisco.
Al campo de la Física pertenecen también Ricardo Piegaia y María Teresa Dova, ambos líderes de un grupo de las universidades de Buenos Aires y La Plata respectivamente, involucrados en el mayor experimento mundial: el acelerador de partículas que 60 países construyeron en Europa.
El descubrimiento del ´bossón de Higgs´, que le otorga masa a toda la materia y al físico británico le dio el Nobel 2013, completa el "modelo estándar" y viene marcando un hito de la investigación básica en el que están involucrados, no por casualidad, una veintena de argentinos.
Fuente: Télam
