Ahora está feliz, porque los electrocardiogramas demuestran "que ambos corazones funcionan a la perfección", pero aún busca trabajo como fletero para "llevar algo de dinero a la familia".
Venditt trabajó 30 años como camionero y le fue transplantado un corazón donado por familiares de un joven santafesino de 29 años, para complementar las funciones deficientes del propio, y que lo convirtieron en un caso único en Latinoamérica. (Télam)