Tras media hora de pesca, Roberto y el mayor de los hermanos Juárez, escucharon gritos que provenían desde donde estaba su hijo. Al llegar al lugar, vieron que dos chicos, amigos de Emilio, se estaban ahogando.
El padre del adolescente, junto con su hermano mayor, se tiró para salvar a los infortunados niños. Emilio no sabía nadar, pero no quiso quedarse impávido ante la situación e intentó acercarles una caña de pescar a sus amigos para sacarlos del río.
El valeroso acto del adolescente, fue el que terminó por costarle la vida. Cuando uno de los chicos logró agarrar la caña, Emilio perdió el equilibrio y cayó al agua. El padre y el hermano del menor, dejaron en la orilla del río a los chicos que se estaban ahogando y empezaron a buscar a Emilio, que apenas cayó al Dulce se hundió.
Para desesperación del padre y el hermano del menor, el niño no aparecía. Lo buscaron desesperadamente durante varios minutos. A unos 100 metros del lugar de donde los parientes buscaban a Emilio, lograron divisar un cuerpo que flotaba en el agua.
Los dos improvisados rescatistas fueron rápidamente hasta el lugar, intentando llegar hasta el cuerpo que la correntada arrastraba velozmente.
A unos 400 metros del lugar donde había caído, el hermano de Emilio lo sacó del agua. Junto con su padre, intentaron reanimar al niño, mientras otras personas que habían presenciado la dramática escena, buscaban ayuda.
Luego de varios minutos, los parientes y amigos que intentaban salvar al pequeño se resignaron, Emilio había dejado de respirar.
Los Bomberos de la Policía, personal de la Seccional 37 de Árraga y los peritos de la División Criminalística trabajaron en el lugar, con la colaboración de los parientes del chico fallecido, que pese al dolor colaboraron con el trabajo policial.
La causa quedó a cargo del juez Ignacio Coria Vignolo, quien ordenó que el cuerpo sea entregado a la familia de Emilio –quienes viven en la zona- para que realicen las exequias fúnebres.
Fuente: elliberalweb.com.ar