"Trabajamos en la prevención, el respeto, el cuidado y la escucha"Vanesa Vázquez Laba, doctora en ciencias sociales
Ella, junto a su mamá Silvana Eiriz, fue asesinada por la ex pareja de su madre, Pablo Peralta, el 24 de noviembre del año pasado, un día antes de que en el mundo se recuerde el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer.
"Valeria está presente. Su papá Luis, su hermana Carolina, sus amigas están en contacto con nosotras, lo que habla de la humanidad de este programa", agregó la profesional.
El programa que asiste a víctimas de violencias dentro de la Unsam está realizando una investigación para conocer las representaciones y experiencias estudiantiles en torno a la discriminación y a la violencia de género.
"Encuestamos, por ahora, a 198 estudiantes. El 36 por ciento consideró que son frecuentes en el ámbito universitario los chistes, burlas y sarcasmos que aluden a la orientación sexual o identidad de género, y son las mujeres las que más detectan esta realidad", explicó la socióloga Ana Zéliz, coordinadora de atención y del equipo de operadores del programa.
Ademas, la consulta reveló que "el 35 por ciento, frente a una situación de violencia de género dentro de la universidad, le solicitaría consejo y ayuda, en primer lugar a un compañero y el 32 por ciento lo haría a nuestro programa", agregó.
Estos datos le van marcando el camino al equipo que se inició, y continúa, sensibilizando a la comunidad universitaria y también al barrio, a la par de detectar situaciones de violencia y asistir a las víctimas "a través de redes que armamos con organismos y ONGs", contó Zéliz.
Algunas personas denunciaron violencia institucional, por ejemplo, una alumna que fue acosada por redes sociales por un profesor, otra que se sintió maltratada por un docente cuando ella le presentó un trabajo sobre violencia de género e incluso Julieta Arosteguy, docente que fue separada por ahora de su puesto, cuando se presentó ante su clase como "atea, feminista y abortista".
"Estas situaciones han pasado históricamente en las universidades. Antes, las alumnas se cambiaban de cátedra o las profesoras se callaban, lo que ocurre ahora es que tanto mujeres, como muchos varones comprometidos, entienden que en un espacio donde las personas se gustan, se enamoran, se ponen de novio, como la universidad, el no de la mujer, es no", analizó Vázquez Laba.
Por eso, una de las tareas para el año próximo es generar un protocolo "para responder institucionalmente frente a estas demandas internas", añadió, ya que "chicas y chicos se organizan y se expresan en las clases cuando se generan situaciones violentas".
Una de las estrategias del equipo es recorrer las distintas escuelas de la Unsam con mesas itinerantes informativas que "tienen muy buena recepción, porque las y los alumnos se acercan, quieren saber, valoran que exista un espacio dentro de la universidad donde pueden recurrir ante situaciones de violencia", relató Pamela Sánchez, estudiante de antropología, asistente del programa.
Hay también seis operadoras que, junto a dos varones, forman el equipo que asiste a las profesionales.
El espacio universitario también está siendo incorporado por la comunidad de San Martín. Yesica Morales, del centro cultural Los Amigos, del barrio Sarmiento, llegó a pedir asesoramiento cuando un compañero de militancia que estudia en la institución le habló de esta posibilidad de escucha.
"Fui abusada a los 8 años. Estoy con tratamiento psicológico hace varios años, pero tuve una recaída cuando me enteré que la persona de mi familia que abusó de mi, también lo hizo con alguno de mis primos y las profesionales me contuvieron, me asesoraron y hoy sigo en tratamiento", compartió la joven de 25 años que el año que viene quiere estudiar trabajo social en la Unsam y se convirtió en colaboradora del programa contra las violencias.
El dispositivo está en marcha, las personas lo utilizan, hay una investigación en curso, articulación con otros espacios "y ahora vamos por la segunda etapa que es afianzarnos entre el alumnado, docentes, no docentes y salir mas al territorio", reseñó Vázquez Laba.
Ella valoró que la Unsam "ha generado confianza en la comunidad y esto hay que sostenerlo y fortalecerlo, articulando con otras líneas de trabajo de la misma universidad".
Integran también el programa contra las violencias de género, Silvana Mondino, que es la directora ejecutiva, Cintia Orellana que coordina la Consejería Integral de Salud Sexual y Reproductiva y Catalina Arango, Marcela García, Mariela Flamingo, Mirna Álvarez, Melina Pagnone,Belén López,Natalia Aguirre,Javier Palacios, Rodrigo Torres y Estela Alvarez.
Valeria Gioffre quería trabajar por la inclusión social a través del deporte. Su asesino decidió que no. Lo que él no puede es impedir que otras mujeres, como Yésica, sigan adelante, porque "están las que se quejan y no hacen nada y las que nos quejamos pero laburamos en el territorio para generar el cambio", dijo esta joven militante, voz de todas las 'valerias'.
Fuente: Télam
