Entrevistado por Télam, Gelman recuerda que el origen del nuevo título editado por Seix Barral -en base a unos 300 poemas de gran condensación de sentido y lenguaje de riesgo- está vinculado a su hijo Marcelo Ariel secuestrado en agosto de 1976 por personeros de la dictadura y a la sentencia dictada a esos asesinos en 2011.
"El día que condenaron a perpetua a uno y a 20 y 25 años a otros por el asesinato de mi hijo Marcelo y otros hijos, miraba por you tube a un grupo de jóvenes saltando de alegría por la sentencia. Y yo no sentía nada, ni alegría, ni satisfacción, ni odio aplacado, ni sentimientos de venganza cumplida", desliza.
El hijo del poeta fue asesinado de un tiro en la nuca y su cuerpo escondido en un barril de petróleo rellenado con cemento y arrojado a un canal del Río de la Plata, donde se lo halló a fines de los años 80; su familia pudo inhumar sus restos en 1990.
Habían pasado treinta y cinco años, recuerda Gelman, "desde el asesinato de Marcelo y de su mujer María Claudia y del robo de mi nieta y, tal vez, como dicen en México, sólo sentía que ´justicia tardada, justicia negada´".
"No era así en los hechos, claro, gracias a Néstor Kirchner", dice en alusión a las medidas tomadas por el expresidente en 2003 revocando leyes que indultaban a los culpables del genocidio argentino. Y agrega: "Me pregunté por qué me pasaba eso y empecé a escribir algo así como crónicas, relatos, testimonios hasta que apareció el primer poema, detonante del libro. Deseché lo demás y seguí caminando por ahí".
Fuente: Télam