La autora, quien desde 1988 coordina grupos de apoyo a madres, recuerda que en su momento vio que "el vínculo madre-hijo se movía en soledad, librado a sus propias capacidades y limitaciones, mientras clamaba por un lugar donde pudiera ser pensado".
Así fue que comenzó su camino de hormiga convocando a mujeres que no sabían cómo lidiar con una maternidad, que en las publicidades recreaba madres felices con hermosos bebés en brazos pero que puertas adentro les deparaba otra postal: la de un recién nacido llorando a todo pulmón y un cuerpo cansado reclamando horas de descanso continuo.
Sobre un pizarrón, Grande les explicaba hasta el cansancio y con ejemplos cotidianos cómo calmar la ansiedad de las madres y brindarle serenidad a los pequeños.
"No repetir órdenes porque aburren, no dejar de dar la teta ante los primeros obstáculos, tomarse tiempos, no enojarse, no criar un hijo pasivo y dejarlo comer solo a partir de los ocho meses", son alguno de los consejos que ofrece la especialista por el canal de Youtube.
Muchos de esos consejos ahora los plasma en su texto, editado por Ediciones B, a través de capítulos como Maternidad real versus maternidad ideal, Madre surtidor, El recién nacido, La aventura de ser y El tiempo del segundo hijo, entre otros.
¿Qué te llevó a conformar este grupo? "Sin duda, la primera motivación para comenzar fue la experiencia personal de la maternidad. El impacto y la sorpresa que causa el descubrir que un recién nacido es un 'dependiente absoluto' que exige presencia-asistencia incondicional, es siempre enorme e inimaginable".
Lo ordinario, el día a día de una madre y su hijo fue lo que estimuló a Grande a ofrece su asistencia. "Percibía en mí misma que en ese cotidiano se tejía una historia de amor básica y fundamental, que sería alimento para el nuevo ser. Yo como mamá estaba 'construyendo infancia' ", afirma.
Grande, quien también conduce un programa televisivo, recuerda que una mamá al finalizar su primer año de grupo dijo: "Siento por primera vez que empecé a escribir la historia con mis hijos, a sentir que no es una mera repetición".
¿Hay un modelo de madre ideal? "Hay una necesidad de instalar una madre ideal, un bebé ideal y por lo tanto una maternidad idealizada y eso se contrapone con aceptar sentimientos tan terrenales como fastidio, irritación, hartazgo, frustración o rabia", explica.
La escritora también refleja que es "muy humillante la duda, la incerteza o el temor frente a la consigna idealizada que dicta que una madre sabrá naturalmente todo. Eso deja a la madre en un territorio estrecho, empobrecedor y culpógeno".
¿Cómo se puede lidiar con la maternidad cuando la sociedad exige tanto de la mujer que trabaja? "Es saludable que una madre conserve una identidad laboral, porque se sentirá más plena. Pero habrá que tomar conciencia del cambio que se ha operado, ya que la formación de una familia requerirá de toda nuestra fuerza y voluntad y ante este panorama creo que hay dos palabras claves: trabajo acotado y deseo de equilibrio, que será nuestra meta más preciada".
¿Luego de parir, se puede volver a ser una mujer sexual? ¿Las mujeres que no logran hacerlo, cómo pueden vencer sus represiones o culpas? "Se puede y se debe ser siempre una mujer sexuada. Ahora tenemos con nuestra pareja un nuevo motivo de unión y festejo: el hijo", asegura.
La también jefa de admisión en el hospital de psicopatologías info-juveniles Carolina Tobar García dice que cada acto sexual tendrá el sello de este enorme logro conjunto que es ver crecer saludablemente al hijo.
"Por otro lado, la mujer tan exigida en esta etapa, buscará en el cuerpo de su hombre la mejor forma de recargar pilas, de sentirse mimada para poder mimar y el hombre sentirá que recupera de a poco un cuerpo que siente que le 'prestó' a la maternidad".
Finalmente, Grande refuerza la idea de que "si sabemos mirar y escuchar con humildad a los chicos, ellos nos dirán por dónde estamos haciendo agua, convirtiéndose así en nuestras mejores guías para limar asperezas".
Fuente: Télam
