María Aurelia Lazo y Daniel Alejandro Gómez tuvieron a su primer hijo en su casa ubicada en el barrio ampliación El Progreso, en Alderetes. La mujer había tenido problemas de presión la semana anterior al parto, y estaba muy débil. Por eso, su marido quería llevarla al hospital para que quede internada.
Sin embargo, Samuel, su hijo, se adelantó a todos los planes y con sólo seis meses de gestación, el 25 de octubre, llegó al mundo. Gómez fue el primero en asistir a su mujer y aunque no tiene ningún conocimiento médico encontró la manera de ayudar. "El bebé venía al revés y la cabecita le quedó dentro del cuerpo de María, tuve que meter ambas manos para poder sacarlo. Cuando finalmente salió, y lo escuchamos llorar, fue una alivio para nosotros dos", dijo Gómez.
El matrimonio es una familia de bajos recurso que vive en una pequeña pieza que la madre de Gómez le prestó. Según contaron a LA GACETA, ni siquiera tienen una cuna para su hijo. "Mi marido trabaja cargando y descargando camiones, pero con un sólo sueldo no alcanza para vivir", agregó, por su parte, Lazo.
Pero la historia del nacimiento de Samuel todavía tiene otro capítulo que revelar. Al salir del vientre de su madre quedó unido por el cordón umbilical. Nadie sabía que era lo que se tenía que hacer. En ese momento, entró a la habitación el agente Manuel Ernesto González, que presta servicio en la Patrulla Motorizada de Alderetes.
"Recordé los curso de primeros auxilios que recibí para ingresar a la Policía y todos los documentales que ví. No había que dudar, y pedí que me alcanzaran un par de tijeras y algodón, luego corté el cordón y Samuel volvió a respirar", explicó González.
Después del tensionante parto, la madre y el niño fueron trasladados a un sanatorio de la capital. La mujer fue dada de alta a los pocos días, mientras que Samuel permanece internado. Aunque su estado de salud es favorable.
Fuente: LA GACETA ©