"A mí la Virgen me salvó la vida. Es como si me hubiesen robado mis hijos o roto sus fotos", afirmó Rico en declaraciones recogidas por medios santafesinos.
La novela comenzó a principios de septiembre, cuando la imagen de la Virgen habría sido retirada del estadio Brigadier López porque algunos futbolistas consideraban que era "mufa" y traía mala suerte al equipo de Primera División.
Incluso, se dijo que también influyó en los resultados de la Copa América, en la que Argentina no pudo ganar en esa cancha. Lo insólito es que no aparece por ningún lado, por lo que el club explicó que se encontraba en algún lugar de Buenos Aires, donde estaba siendo restaurada.
Sin embargo, autoridades eclesiásticas aseguran que la Virgen fue destruida y calificaron a la situación como "muy grave".
A través de un comunicado, el arzobispado de Santa Fe salió a fijar su posición luego de "un tiempo prudencial de espera, en el que se buscaron las razones que llevaron al retiro de la imagen" y después de que "no fue posible encontrarla ni conocer el lugar donde se estaría restaurado".
Por su parte, los directivos del club aclararon que el retiro "no será permanente" e insistieron con el argumento de la restauración, cuyo costo correría por cuenta del plantel profesional.
El defensor mundialista Ariel Garcé negó en su momento su destrucción, que le atribuyan mala suerte y un supuesto llamado a un vidente. "Fue una decisión de todo el club anterior a la Copa América –dijo– porque la imagen estaba en un lugar muy expuesto a las condiciones climáticas. Queremos reubicarla o hacer una capilla en el predio".
Fuente: infobae.com