El robot fue introducido en un pozo sumamente angosto que da a la cámara llamada de la Reina. El artefacto avanzó varias decenas de metros a través del estrecho túnel y metió una cámara óptica en un agujero realizado dos días antes en una pared de piedra que obstruye el túnel.
El director del organismo oficial a cargo de las antigüedades egipcias, Zahi Hawas, se mostró ante éstos entusiasta al anunciar que la cámara había descubierto "una nueva cavidad secreta" de una profundidad de unos 45 centímetros y obstruida por piedras. (Télam/SNI)