De acuerdo con su entorno familiar, el insólito accidente ocurrió cerca de las cuatro de la tarde y tuvo como protagonista a Jorge Daniel Guzmán, de 24 años, un encargado de hacienda de Buenos Aires, quien se encuentra transitoriamente en Isla Verde, distante 45 kilómetros de Loreto.
El episodio habría arrancado cerca del mediodía, mientras Guzmán y otros peones almorzaban y bebían algunas cervezas.
Una vez superado el descanso, el grupo decidió dar cumplimiento al mandato del patrón, quien les había encomendado carnear a un joven ejemplar de toro.
El animal se encontraba junto al ganado en un paraje llamado Burra Huañuna, monte adentro de Isla Verde, geografía a la cual partieron los baqueanos a caballo y en una camioneta. Comedido y decidido, Guzmán también se plegó a los peones, pero en su motocicleta.
Más allá de hacer prevalecer la supremacía numérica, los trabajadores rodearon al animal, pero quizás lo subestimaron en su espíritu de lucha, aún vencido.
De pronto, Guzmán, sin medir distancia y fuerza del toro, se acercó demasiado. El animal le aplicó una corneada en la región del tórax y el abdomen.
Como efecto lógico del topetazo, más el ingreso del cuerno a la altura del estómago, Guzmán cayó al piso apretándose fuertemente en la zona herida.
La abundante sangre perdida atemorizó a sus compañeros, quienes dejaron en suspenso el faenamiento del toro, ocupándose inmediatamente de su amigo.
Cortez fue ingresado en el Hospital Zonal de Loreto con un cuadro delicado e imprevisible. Al observarlo, el Doctor Mansilla dispuso que continuase el viaje y fuese derivado hacia el Hospital Regional, en la capital santiagueña.
Justamente, al nosocomio central arribó cerca de las 21. Le pusieron suero, solicitaron análisis, placas radiográficas y lo internaron en Terapia Intermedia.
El objetivo es iniciar hoy su recuperación, una vez que hayan cesado los lógicos efectos del alcohol ingerido antes de la atípica carneada.
Fuente: 26noticias.com.ar
