Villarruel consideró que se siente discriminada respecto de las madres adoptivas que son empleadas públicas y que disponen de 180 días, "pese a que no amamantan ni engendran al bebé. Yo soy tan mujer como ellas y soy madre de ese bebé".
La agente contó que su esposa, Soledad Ortiz, "está teniendo un embarazo complicado, porque es asmática", lo que la obliga a pedir a la Policía "licencias particulares y a adelantar días de vacaciones, porque no consigo que me concedan la licencia por embarazo y maternidad".
"Al no darme una respuesta, le faltan el respeto a mi familia, a mi mujer y al bebé que viene en camino", dijo Villarruel, que precisó que ya presentó "una nota ante el Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (Inadi)" y advirtió que recurrirá a la Justicia si no encuentra una pronta respuesta.
El 16 de febrero pasado Villarruel (31 años) y Ortiz (28 años) se casaron y, en la ocasión, tras la ceremonia, la policía había destacado el avance que significó en el país la sanción de la ley de matrimonio igualitario.
"Durante mucho tiempo hubo discriminación, porque estábamos encerrados en nosotros mismos. Ahora somos libres para demostrar el amor y para eso no hay sexo ni diferencias", manifestó.
La pareja se sumó a los más de 660 matrimonios entre personas del mismo sexo que ya se han celebrado en Córdoba desde que, en julio de 2010, fue sancionada la Ley 26618, de de Matrimonio Igualitario
Fuente: Télam