Los proyectos están en discusión y se suman a otros similares presentados en años anteriores que lograron sanción y que determinaron, por ejemplo, los nuevos nombres de las estaciones de subte Malabia-Osvaldo Pugliese o Entre Ríos-Rodolfo Walsh, o el reciente reemplazo de la denominación del ex pasaje Inglaterra por el de 2 de Abril, en el barrio de Agronomía.
Este tipo de proyectos están encuadrados en la Constitución de la Ciudad, que contempla la posibilidad de imponer nombres a sitios públicos o históricos a través de leyes sancionadas por la Legislatura, las cuales deberán estar regidas por el sistema de doble lectura, que incluye una audiencia pública para conocer la opinión de la ciudadanía.
Las legisladoras Paula Oliveto Lago y María Rosa Muiños impulsaron la sustitución del nombre de la calle Martínez de Hoz, situada en el barrio de Liniers, que recuerda a uno de los fundadores de la Sociedad Rural y bisabuelo José Alfredo, el ex ministro de Economía de la última dictadura, por el de Democracia.
"No puede existir una calle con ese nombre que trae consigo una connotación de lo peor de la historia argentina", manifestó Oliveto Lago a Télam, y agregó que existen en la Ciudad "un montón de calles, sobre todo en los barrios" que deberían cambiar su nomenclatura, entre ellas, Ramón Falcón, la segunda más extensa de la Ciudad, que nace en Hortiguera, en Caballito, y concluye en la Avenida General Paz, en Liniers.
Por su parte, el diputado Oscar Moscariello planteó que a la actual denominación de la estación Piedras de la línea A de subtes se adhiera el nombre de Café Tortoni, en reconocimiento a "uno de los lugares más emblemáticos de nuestra ciudad y una de las más importantes atracciones turísticas con que cuenta la Avenida de Mayo".
En sintonía, la diputada Lorena Pokoik propuso denominar Boedo-Homero Manzi a la estación de subterráneos de la línea E situada debajo de la intersección de las avenidas San Juan y Boedo.
"Esa esquina es un lugar histórico y a la vez tradicional de la ciudad de Buenos Aires. Representa el arrabal, el malevaje, el empedrado y la poesía del tango que fue inmortalizada por Homero Manzi con el Tango Sur", destacó.
Pokoik presentó otras dos iniciativas para colocar los nombres Los Pibes de Floresta y Norberto "Pappo" Napolitano a las estaciones del Metrobus situadas en Juan B. Justo y Chivilcoy y en Juan B, Justo y Boyacá, respectivamente.
En el primer caso, la idea del proyecto es recordar y rendir homenaje a Maximiliano Tasca, Cristian Gomez y Adrian Matassa, los tres jóvenes que fueron fusilados por el ex suboficial de la Policía Federal Juan de Dios Velaztiqui, quien trabajaba como custodio en una estación de servicio en la madrugada del 29 de diciembre de 2001 de Floresta.
"En medio de la convulsión social con la represión en Plaza de Mayo y la renuncia del presidente De la Rúa, los jóvenes comentaban las imágenes que se reproducían por la televisión en el minimercado de la estación de servicio, cuando ante el comentario de uno de ellos, Velaztiqui reaccionó sacando su arma y disparando a matar", precisó Pokoik.
Asimismo, sumó otra iniciativa para "conmemorar a Norberto Pappo Napolitano, uno de los más grandes artistas del rock nacional, fallecido en 2005, a partir de denominar con su nombre a una parada del Metrobus que se encuentra ubicada en el barrio de La Paternal, de donde era oriundo".
Por último, el diputado Jorge Aragón pidió por la sustitución la denominación de la actual estación de subterráneo de la línea D Ministro Carranza por la de General Manuel Savio.
"El contraste entre estas dos figuras de nuestra historia es evidente y abrupto: Carranza representa a sectores retardatarios de nuestra sociedad, empujados a la acción pública más por el resentimiento que por el amor al prójimo y al país; y Savio es ejemplo de vocación de servicio incondicional a favor del progreso y el desarrollo de las capacidades nacionales en beneficio de todos sus compatriotas", destacó.
Fuente: Télam
