Pero, en vez de llegar a Seix, la carta se entregó en Saix, una villa a 240 kilómetros de distancia del lugar adonde originalmente se dirigía. Allí se archivó en la oficina postal porque no podían encontrar la dirección del destinatario.
Para peor suerte, la carta fue enviada durante los agitados años de la Revolución Francesa, lo que causó que no le prestaran demasiada importancia y la dejaran olvidada.
Así, pasó en el fondo de un cajón el periodo Napoleónico, dos guerras mundiales -incluida la ocupación nazi-, y toda otra serie de hechos históricos. Hasta que, en 1999, un archivista la encontró mientras buscaba datos de la alcaidía.
La carta fue abierta y resultó ser una nota oficial desde París, donde gobernaba la Revolución, a las autoridades de Seix donde se informaba que se había rechazado su solicitud de convertir esa ciudad en la capital del municipio para subdividirlo.
Henri Blanc, actual alcalde de Saix, confirmó que se decidió finalmente entregar la carta a su destino: “Ya era hora”, bromeó según el sitio de Dailymail.
Para evitar que otra vez la carta vuelva a perderse, Blanc decidió que funcionarios de esa ciudad harán en auto el recorrido de dos horas que los separa de Seix, donde la entregarán en mano.
Fuente: Minuto Uno