El tema se instaló en las primeras páginas de los principales diarios norteamericanos e incluso la cadena CNN le dedicó un programa especial a la pareja, que apareció con el rostro oscurecido y la voz distorsionada.
El matrimonio, que vive en el noreste de Estados Unidos, explicó con determinación que no desea "un monstruo de la naturaleza" y que era consciente del peligro de deformaciones que corría el feto.
(Télam-SNI)