A partir de ese planteo que lo dejó cargado de dudas, el periodista comenzó a acercarse a varios profesionales -"los mejores de Latinoamerica", asegura-, para brindar contención a los chicos que acudieran con sus inquietudes.
Rosado investigó y gracias a su exposición en los medios (actualmente conduce el programa "Está Cañón", por Televisa) ofrece regularmente conferencias sobre la problemática que involucra a padres e hijos: "Soy un puente entre ambos, para que puedan tener armonía en su relación", explica.
¿Fallan los padres o los jóvenes? "En realidad pasa de los dos lados. Los padres están viviendo épocas de rectificación ante ellos mismos. Las madres se sienten un poco grandes ya que están en la mitad de su vida y empiezan a cuestionarse un montón de cosas. Se sienten un poco inseguras y ven que sus hijas se van convirtiendo en mujeres jóvenes, y eso les pega muchísimo".
"Los padres, por otro lado, están preocupados por la parte económica, su trabajo, el suplir las necesidades familiares y quieren, también, vivir experiencias nuevas. Y en el medio están los adolescentes con sus cambios y necesidades", enumera Rosado.
El periodista explica que los padres, de un día para otro, y sin previo aviso, sienten que los hijos ya no son los mismos. "Antes ellos eran los héroes de la casa y los hijos deseaban seguirlos e imitarlos y un día dejan de hacerlo y eso les genera una enorme tristeza".
Su obra "¡Renuncio!..." , publicada por Aguilar, cuenta con una edición especial para Argentina con líneas de ayuda, teléfonos útiles y direcciones de centros de atención vinculados a la adolescencia: "Es una guía para sortear distintos inconvenientes", remarca Rosado, autor de la saga para adolescentes "Quiúbole" y del volumen "¿Mis quince?".
"Este libro tiene el objetivo de que los padres puedan disfrutar de la adolescencia de sus hijos y que cuenten con las herramientas necesarias para enfrentar situaciones por las que todos, en algún momento de la vida, atravesamos", indica Rosado, padre de dos adolescentes.
"Me interesa que además los padres puedan entender qué le está pasando a su hijo adolescente, que perciban el alcance de los cambios, que van más allá de las transformaciones físicas como la voz en los varones, los pechos y la menstruación en las mujeres, hay cambios que no se ven porque son cambios mentales".
El conductor aclara que ante "la palabra adolescente todos piensan que viene de ´adolecer´ pero no es así, sino proviene de ´aprender a crecer´. Es una etapa donde el cuerpo y la mente se va a convertir en adulto".
"En la adolescencia, desde la corteza prefrontal del cerebro se recibe una señal de ser independiente. El cerebro le pide a un chico que por primera vez en la vida sea él mismo. Ellos ven a su alrededor y se dan cuenta que son un calco de sus padres por cuestiones genéticas, de educación y costumbres", apunta.
"Ante ese panorama es que el cerebro les pide independencia y por eso la rebeldía, el ser grosero y el no estar de acuerdo en nada de lo que dicen los padres", asegura.
Rosado, quien visitó en estos días Argentina, dice que "la clave está en que los padres se den cuenta que la adolescencia responde a un cambio físico y que no es algo personal, o hecho a propósito contra ellos. Una vez que se toma conciencia de ello, los problemas se ven desde otra óptica".
"Esto no quiere decir que no haya que preocuparse y pensar ´total el problema es de la corteza prefrontal´ -responsable de manejar el juicio y la razón-. Hay que encontrar todos los métodos alternativos para pasar ese proceso y ayudar a que el chico madure sin tener mayores inconvenientes".
Un ejemplo claro que esboza Rosado entre risas es "no vale la pena reprocharle al hijo el haberse subido a la moto, manejarla a alta velocidad y sin casco en una noche de lluvia, porque el chico no tenía ni idea del peligro que corría".
"Uno de los shocks más fuertes por el que atraviesan los chicos es darse cuenta de que todo lo que saben se lo dijeron sus papás. Por eso, comienzan a probar todo desde cero y ése es el momento en que los adultos se vuelven locos. Los adolescentes necesitan hacerse su propio criterio de lo que viven", sostiene.
Rosado indica que las edades de la adolescencia cambiaron desde hace algún tiempo en todo el mundo y que en eso influyó mucho el entorno, Internet y los medios: "Los chicos de entre 6 y 7 años pertenecen a una etapa denominada between, que está entre la infancia y la adolescencia".
"Son los chicos que comenzaron la escolarización a los dos años o antes, los que manejan los videos juegos, cambian de canal de TV al año y que son manipulados para que sean consumidores antes de lo debido", alerta.
Tanto fue el éxito de Rosado que algunos de sus libros son de lectura obligatoria en muchas escuelas de su país y fue convocado desde la Casa Blanca para tener un encuentro con el director de Educación de Estados Unidos, donde acordaron "estudiar una nueva manera de educación latina".
Fuente: Télam
