El proyecto excluye, en su totalidad, el área de la villa marítima El Cóndor, recostada sobre las cercanías de la desembocadura a 30 kilómetros de Viedma, a los efectos de no interferir en el desarrollo urbanístico.
"El estuario del río Negro y las zonas aledañas a proteger cuentan con características únicas que las hacen merecedoras de la aplicación de este estatus", sostiene la legisladora en su presentación.
Añade que "una alta productividad primaria caracteriza la desembocadura del Río Negro de la que dependen las etapas juveniles de varios grupos de invertebrados, peces y crustáceos, una gran diversidad de aves -residentes y migratorias-, diversos anfibios y reptiles, así como también mamíferos marinos y terrestres".
"Se trata de crear un Área Natural Protegida que contemple los usos tradicionales de bajo impacto ambiental que realiza la comunidad local, incluido el turismo de playa y la pesca deportiva desde costa, que, a la par de la conservación de su biodiversidad, transformaría a esta región costera en un polo de turismo de la naturaleza de jerarquía internacional y generaría nuevas alternativas de desarrollo sustentable", añade Fernández.
Entre otros aspectos detallados en el proyecto se menciona que en la zona de marisma del río Negro, cercana a la desembocadura del curso fluvial en las aguas del mar, se destaca la presencia regular de aves migratorias llegadas anualmente desde América del Norte.
También, dentro del área a declarar como protegida, se encuentran los acantilados en donde son numerosas las colonias de loros barranqueros, golondrinas negras, lechuzas de los campanarios, carpinteros campestres y diversas aves rapaces diurnas.
Entre éstas últimas se pueden apreciar ejemplares de águila mora, gavilán planeador, gavilán ceniciento, aguilucho de alas largas, aguilucho común, halcón peregrino y halconcito colorado.
Fuente: Télam