Esta vez y en grado menor, en la madrugada del miércoles se desató otra fuerte precipitación perjudicando el descanso de muchas personas sobre todo de aquellas que viven en situaciones precarias.
Mientras que la municipalidad y los entes respectivos todavía no pudieron paliar de forma total los daños causados por la lluvia anterior, el paisaje de las calles, avenidas y pasajes de diferentes puntos de la capital es aun más desalentador.
Según un relevamiento efectuado por Defensa Civil, en esta oportunidad no hubo victimas personales ni evacuados en la capital como lo sucedido en la tormenta pasada, sin embargo los múltiples daños materiales están a la vista.
Sin ir más lejos, la asfaltada avenida Gobernado Galíndez continúa siendo un cauce pedregoso. Esto se debe a que algunos pasajes que circundan la avenida no han sido asfaltados originando que la magnitud del agua arrastre la piedras hasta ese lugar. Situación que perjudica a todos los vehículos que por allí transitan.
Peor es la situación en la que se encontró el barrio Eva Perón – uno de los barrios más dañados por la tormenta pasada- muchos de los vecinos tuvieron que quedar varados en sus hogares debido a que la lluvia dejó algunos pasajes -sobre todo aquellos sin asfaltar- convertidos en verdaderos despeñaderos siendo imposible caminar por esa zona.
En tanto, Catamarca continúa con alerta meteorológico pronosticándose una fuerte tormenta para el próximo martes 12 de enero.