Los dos están dispuestos a sobrevivir a cualquier precio, aunque no ignoren las terribles consecuencias de sus acciones: los informes que escribe Thomas en Varsovia sirven para mandar a la muerte a miles de personas, mientras que Sacha es capaz de delatar a sus seres queridos sin ninguna culpa.
De visita en la Argentina, Baram (Jerusalem, 1976) mantuvo una entrevista con Télam para referirse a este libro provocativo, que interroga al lector acerca de aquella buena gente que permitió el genocidio sin pensar en sus implicancias y también interpela desde el presente a una sociedad -la israelí- inmersa en la victimización del pasado.
Fuente: Télam