Entre los fallecidos, la mayoría son niños. Los socorristas manifestaron que sólo un milagro les permitiría encontrar con vida a las personas aún sepultadas bajo los escombros de la escuela que se derrumbó, debido al sismo.
Todos los niños que quedaron sepultados, tenían entre 7 y 8 años y según las primeras comprobaciones, se encontraban en la parte vieja de la escuela que había sido construida en 1953. (Télam)