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SANTIAGO DEL ESTERO

Vándalos dejaron sin alimentación a doscientos chicos de una escuela

Incomprensible. La leche en polvo, el azúcar, el chocolate y material didáctico fueron diseminados en los pisos de las distintas dependencias y en los inodoros del establecimiento.
(DIARIOC, 15/10/2009)FERNÁNDEZ, Robles (C) Impotencia, desazón y tristeza se conjugaron ayer en los rostros de las autoridades, docentes y personal de maestranza de la Escuela Nº 1220 Paul P. Harris del barrio Las Américas de esta ciudad. La vuelta a clases después del fin de semana largo fue la peor del año.
Apenas ingresaron advirtieron un panorama desalentador para el que aún no tienen explicación.
Cientos de kilogramos de azúcar, de leche en polvo y chocolate, comestibles, muebles y costoso material didáctico fueron diseminados en el piso de las aulas, la cocina, el comedor, los techos y en el depósito de materiales de construcción. Incluso taponaron de azúcar y leche los inodoros de los baños de los más de 200 alumnos que concurren a la unidad educativa en doble turno.
Lo más llamativo de esta violenta situación, es que no robaron nada de valor, a pesar de que había elementos que podrían haberse llevado durante el hecho delictivo. Al parecer, sólo había intenciones de provocar un serio daño a la comunidad educativa.
Los vándalos, aparentemente, ingresaron en el local escolar entre las últimas horas del lunes y las primeras del martes. Los malvivientes aprovecharon que la escuela no cuenta con sistemas de vigilancia ni luminarias externas para violentar la cerradura de una puerta que da al principal patio interno; luego ingresaron sin impedimento alguno, a las restantes dependencias.
Nada se salvó de la acción de los delincuentes. Todo el piso quedó cubierto por una gruesa y pegajosa capa de leche, azúcar y chocolate que se utiliza diariamente para alimentar al alumnado de un barrio jaqueado por las necesidades básicas insatisfechas, la marginalidad y la desocupación.
Las cajas vacías de la leche y las bolsas que contenían el azúcar se mezclaron en el piso con los cuadernos, carpetas, libros, apuntes, láminas y otro material didáctico que era utilizado por el alumnado y los docentes en la tarea diaria de aprender y enseñar, respectivamente.
Podría ser rebeldía contra la institución o la familia, que en definitiva son los pilares que sustentan la sociedad, o consecuencias del consumo de alcohol o droga, son algunas conjeturas que sacaron a relucir en la comunidad educativa para encontrar una respuesta al gran daño provocado al establecimiento.
Las autoridades radicaron la denuncia correspondiente en la Comisaría 35, a fin de que iniciaran una investigación para identificar a los responsables..

Fuente/ elliberal.com.ar

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