El reclamo busca recuperar la gestión asociada que le corresponde por ley desde hace 15 años a una Mesa de Trabajo y Consenso integrada por vecinos y las áreas de Cultura, Educación, Salud, y Deportes del gobierno porteño.
Pero los organizadores de la protesta sostienen que el histórico edificio está manejado en forma unilateral por el Ministerio de Ambiente, que tras un incendio en la casona, hizo las refacciones y está a punto de inaugurarla sin dar participación ni a los vecinos ni a las otras áreas del mismo gobierno que deben intervenir por ley.
La casona está cerrada pero según los vecinos la DGEV planea utilizar los salones para eventos empresariales; cobrar seguros de caución, aranceles y cánones para muestras y exposiciones que excluyen a los artistas barriales, entre otras medidas.
Fuente: Télam