Una bolsa de cinco kilos de hortalizas de la época cuesta dos pesos y la venta -que desde años venía realizándose a personal policial, penitenciario y de la administración pública- se ha extendido.
Los internos cultivan varios tipos de tomates, zapallos, zapallitos y pimientos, berenjenas, maíz, cebollas y melones en una granja externa del penal, de 192 hectáreas, situada en el distrito de Gustavo André, a 15 kilómetros al noreste de la ciudad de Lavalle. (Télam).-