Ante la difusión pública de una “auditoría” realizada por la Agencia de Seguridad Vial de la Provincia de Santa Fe, la Dirección Nacional de Vialidad, por intermedio de su 7º Distrito Santa Fe, aclara que no existen deficiencias de diseño o construcción en la Autopista Rosario-Córdoba. En este sentido, en una nota remitida al organismo del gobierno provincial, se detalla que “no existen en toda la traza curvas con peraltes negativos”. Asimismo, puntualmente en la zona de Cañada de Gómez, en la mano hacia Córdoba, se ha constatado que de tres millones de vehículos livianos que circularon por el lugar en los últimos tres años un millón lo hizo a más de 130 Km/h (velocidad máxima fijada y de diseño). Además, de estos infractores, 250.000 lo hicieron a más de 150 km/h, lo que demuestra que el exceso de velocidad, especialmente en condiciones de mal tiempo y lluvia, son los principales generadores de los siniestros. Frente a las afirmaciones vertidas por la Agencia Provincial, Vialidad Nacional ratifica que la Autopista Rosario-Córdoba fue diseñada y construida con los habituales y altos parámetros técnicos de Seguridad Vial y de control de calidad aplicados a todas las obras viales del país contratadas y supervisadas por el organismo.
La nota enviada
Por su parte, el 7º Distrito Santa Fe de la DNV remitió una misiva a la Agencia Provincial de Seguridad Vial (APSV) como respuesta obligada ante el conocimiento que por los medios de comunicación se ha tomado desde Vialidad Nacional de la realización tiempo atrás de una auditoría sobre la Autopista Rosario-Córdoba, estudio que fue entregado a un fiscal de la justicia provincial, y que nunca fuera comunicado a Vialidad Nacional. Del mismo modo, tampoco el organismo -que construyó la autopista- fue consultado sobre los parámetros de diseño vial, mecanismos de ejecución ni controles realizados sobre la obra. Sobre el punto se manifiesta en la nota dirigida al Director del organismo provincial que “…a través de la presente solicito a Ud. que nos remita copia del Informe en cuestión acompañando la documentación avalatoria de los resultados y conclusiones arribadas”.
Frente a las afirmaciones que se vierten en esa auditoría, Vialidad Nacional ha entregado a la APSV una nota donde especifica: “Desde esta Dirección Nacional de Vialidad, institución Decana y Directora en el dictado de normas y materialización de obras de infraestructura vial en Argentina, que dedica uno de sus mayores esfuerzos a la concreción de proyectos que hacen a la seguridad vial, con un accionar destacado en la capacitación de técnicos y profesionales ad hoc, se ve con preocupación pero fundamentalmente con inquietud, que desde ese organismo de especialidad plena pueda emitirse un informe de contenido insubstancial, con términos livianos que en casos rozan lo absurdo. Resultan absolutamente graves las afirmaciones con las cuales desde esa Agencia de Seguridad Vial pretenden endilgar a esta extraordinaria obra distintas deficiencias, sin dar a conocer públicamente la apoyatura técnica con la que se arriba a semejantes conclusiones, y en particular sin siquiera considerar la incidencia en los accidentes del accionar conductivo excesivamente imprudente, que transgrede las leyes y normas de tránsito vigentes, que desoye elementales preceptos que hacen a un conductor responsable, y en consecuencia que terminan poniendo en juego vidas humanas”.
En otro punto del escrito de Vialidad se puntualiza con precisión: “Al respecto, vale informar que desde la habilitación de la autopista se detectó el paso por el sector cuestionado de más de tres (3) millones de vehículos livianos, de los cuales alrededor de un (1) millón de veces se hizo superando la velocidad máxima permitida de 130 km/h; pero mas grave aún, se detectó que el 25% de estos transgresores, es decir aproximadamente un cuarto de millón (250.000) de automóviles lo hicieron a más de 150 km/h superando ampliamente la referida VELOCIDAD MAXIMA PERMITIDA POR LEY en autopistas”.
Sobre este aspecto del no respeto de la velocidad máxima por parte de los conductores, soslayado en la “auditoría” de la Agencia Provincial de Seguridad Vial, la nota de Vialidad Nacional manifiesta: “Para el diseño de las características geométricas de un camino se establece en el proyecto una Velocidad Directriz, en este caso de 130 km/h, la cual en la terminología vial se define como ‘Máxima velocidad a la que puede circular con seguridad en todos los puntos de una sección de camino un conductor de habilidad media manejando un vehículo en condiciones mecánicas aceptables, en una corriente de transito con volúmenes tan bajos que no influyan en la elección de su velocidad, cuando el estado del tiempo, de la calzada y de la visibilidad ambiente son favorables’. Tal como se desprende de la definición, un camino diseñado con una velocidad directriz dada, no podrá ser recorrido con seguridad a dicha velocidad cuando por ejemplo se presenten condiciones climáticas adversas. De allí que las velocidades de circulación establecidas por la Ley de Tránsito son condicionales”.
Al respecto, y sobre la zona en cuestión a la altura de Cañada de Gómez, se detalla en el escrito que “Así las cosas, un millón de conductores que circularon por encima de la velocidad directriz (velocidad de diseño 130 km/h) adoptada para esta autopista, lo pudo hacer sin inconvenientes debido a las excelentes condiciones de diseño y construcción brindadas. No obstante, sin dudas existe una alta probabilidad de fracasar en condiciones adversas de climatología, como lluvias torrenciales, nieblas, temporales, etc, o falta de luz natural, cuando se continúa desarrollando altísimas velocidades infringiendo leyes, órdenes y preceptos en materia de seguridad vial”.
Categórica contestación
En cuanto a las supuestas falencias constructivas o de diseño que el estudio de la APSV induce a pensar, Vialidad Nacional expresó en la nota enviada una contundente respuesta: “El informe, en general cargado de contradicciones, advierte en su inicio que su objetivo ‘es la identificación y clasificación de prácticas que no se consideran adecuadas’, y concluye sentenciando que sus afirmaciones son la causa de los accidentes reiterados, y se completa con obviedades que de hecho están contempladas en la obra o bien no corresponden para el caso concreto, sumando así un notable volumen de información general que no hace a la cuestión de fondo. Atento a que no se han detectado elementos que evidencien fallas de diseño o construcción, las mismas se niegan y rechazan terminantemente, en particular, que el peralte de curva en el Km 457 sea negativo. Sobre esta equivocada y temeraria afirmación del informe de esa Agencia, se aclara y reitera: No existen en toda la traza curvas con peraltes negativos”. (el destacado es de la nota original)
Finalmente, la nota entregada a la Agencia Provincial, también puntualiza sobre los roles y competencias de cada organismo al mencionar que “…advirtiendo la probada inobservancia a las normas por parte de muchos conductores, los que superan ampliamente los rangos seguros de velocidad, resultaría sumamente provechoso la implementación -a través de esa Agencia que resulta ser la autoridad de aplicación correspondiente- de acciones educativas y de control a fin de crear conciencia en los conductores y lograr moderar las velocidades de circulación, particularmente en los casos en que las condiciones climáticas sean adversas a tal fin”.
