El canto popular de los jujeños se nutre de las coplas y para cualquier fiesta las cuartetas van saliendo de la garganta para celebrar la amistad, el encuentro y sobre todo, la alegría de seguir vivo en una zona tan agreste y desértica como Puna, la Quebrada de Humahuaca o la región del Valle.
Desde hace 20 años, en la localidad de Purmamarca, a 65 kilómetros al norte de la capital jujeña, se viene realizando el Encuentro de Copleros, donde se refleja la expresión autóctona del canto con el sonido de la caja, que de acuerdo a las regiones suena distinto, por la humedad en el cuero. (Télam)