"Volvería a combatir en las mismas condiciones. Las Fuerzas Armadas estaban en su pico máximo de entrenamiento, valores y operatividad. Teníamos fuerzas bien compactas. Tomamos el desafío y lo hicimos. Hoy, el mundo ha cambiado mucho. Todos queremos la paz. Y quisiéramos que esto se arreglara diplomáticamente en los foros correspondientes", sostuvo el piloto.
"Hay que separar la coyuntura política con las verdades históricas. La guerra la estábamos visualizando todos los argentinos, para recuperar lo nuestro. Fue la oportunidad de ese momento. Hubo muchos eventos que condicionaron las cosas. Pero los combatientes estábamos al margen de eso", añadió el veterano.
Rinke agregó: "A medida que pasan los años, uno toma conciencia que estuvo en un enorme acontecimiento de defensa de la Patria. Fue increíble haber volado un caza a 800 kilómetros por hora a ras del agua mientras nos tiraban con toda la artillería".
Rinke recuerda con particular emoción el ataque que protagonizó el 25 de mayo de 1982 contra la fragata Broadsword y el destructor Coventry, que terminó hundido.
"El 25 de mayo atacamos dos fragatas en mar abierto, al norte de Malvinas. Incursionamos desde tierra en vuelo rasante. Nos encontramos solos ante las fragatas que disparaban. En ese momento, el Comodoro Pablo Carballo gritó ´Viva la Patria´, y yo lo acompañé con el pensamiento para no perder concentración", relató.
"No nos pegaron por una cuestión del destino y porque se trabó el mecanismo de los radares. Después se cruzaron entre ellos y pudimos atacar a la Broadsword. Otros dos aviones nuestros que venían detrás, con Velaszco y Barrionuevo, le pegaron a la Coventry, que se terminó hundiendo. Tuvieron 20 bajas y varios heridos. Y nosotros pudimos volver ilesos", completó.
Por último, Rinke contó: "No volvimos a Malvinas. Nunca las pisé. Siempre volamos desde Río Gallegos. Nunca tuve el gusto de pisar la turba malvinera". (Cadena 3)