Los efectivos se encontraban combatiendo un frente de incendio que amenazaba una vivienda en la localidad de Villa Los Reartes en el Valle de Calamuchita.
Por la rotación del viento, el foco ígneo cambió de sentido, formó una especie de cerca de fuego y los encerró en ella.
Los efectivos, para resguardar sus integridades físicas, corrieron entre las llamas hacia una piscina donde se arrojaron pudiendo finalmente salvar sus vidas.
Celeste Tejeda, una de las bomberos protagonistas del incidente, en diálogo con Cadena 3 relató el dramático episodio.
“El sábado volvimos a nacer. Todo comenzó cuando intentábamos proteger una casa en Los Reartes. Fuimos a evaluar la situación, con la mala suerte que el viento cambió de sentido y nos encerró. Eramos cinco, y ninguno se desesperó por la situación. Estábamos dispuestos a cualquier cosa. Llegó un momento que el calor era terrible y dijimos: no queda otra que correr hasta el agua y sumergirnos, y así lo hicimos. Veíamos cómo las llamas pasaban por arriba nuestro, pensé que nos moríamos y llorábamos”, reconoció la efectiva voluntaria.
Celeste se mostró apasionada por esta labor y le pidió a la gente que valore la actitud de los bomberos.
“Cuando pasa esto hay gente que sí valora lo que hacemos. Pero antes de concurrir al lugar donde se registró el incidente nos ubicábamos en un lugar cercano intentando evitar que las llamas se acerquen a una zona habitada. Había gente que nos esperaba con picos y hachas porque no les salvábamos sus casas. Mucha gente piensa que la casa es lo más importante, pero lo primordial es la vida”, agregó.
“La gente no sabe lo que es ser bombero. Tenemos un compañero que está quemado por dejar todo en la tarea. Me gustaría que la otra persona sepa que cuando no se puede, no se puede”.
“Soy asmática y a este práctica la llevo en la sangre. Hay muchas veces en la que estamos enfermos y vamos igual a combatir las llamas”, enfatizó la joven heroína.
Por su parte, el jefe de la patrulla siniestrada, José Luis Colombatti, en diálogo con Cadena 3 relató: “Estábamos trabajando en una cacería intentando evitar que el fuego se acerque a una casa. Luego el frente cambió de sentido y nos encerró. Tuvimos que correr hacia una piscina para salvarnos, y fue en ese trayecto que recibimos quemaduras en nuestros rostros y manos”.
“Gracias a Dios estamos bien. Para eso estamos, para serle útil a la comunidad. Sabemos que jugamos con estas posibilidades. Tengo 60 años y amo lo que hago. Hoy fue un día más de trabajo pese a la magnitud del incendio. Moriré haciendo esto”, sostuvo Colombatti.
Indicó que el hecho se registró después de que él y Claudio Torres, Alejandro Pereira, Darío Gigena y Celeste Torres se sentaran a rezar en una capilla cercana.
"Pensamos que era lo más conveniente pedirle a Dios y a la Virgen que nos diera una mano para que mermara el viento, porque al fuego no le tememos, pero el viento hace muy difícil nuestra tarea", agregó.
Por otra parte, el padre del director del Plan Provincial del Manejo del Fuego cargó contra las personas que originan los focos de incendio y los calificó de “loquitos”.
“Este fuego se inició en la plazoleta de un barrio y mirá lo que hizo. Esta persona que originó este fuego es un loquito, debe ir preso”, sentenció.
Fuente/ cadena3.com
