Los trabajadores reclaman que la Municipalidad firme un contrato definitivo con la concesionaria, que hasta ahora opera con una habilitación provisoria.
Su protesta derivó en la decisión de la Unión Tranviarios Automotor de declarar la medida de fuerza que se extendió a las otras empresas concesionarias como Autobus Santa Fe, Ersa, Coniferal y la residual de Tamse, la privatizada firma municipal que administra el servicio de trolebuses.
La medida de fuerza comenzó sorpresivamente en la tarde del lunes y se prolongó hasta anoche, cuando comenzó a normalizarce primero con la vuelta al trabajo del personal de las tres últimas empresas y finalmente del de Ciudad de Córdoba.
En tanto, el intendente cordobés Ramón Mestre emplazó para que "en 24 horas", la empresa cuestionada presente un plan de capitalización que le permita seguir operando, ya que una auditoría interna en la firma, dio resultado "negativo".
"Si eso no es presentado, este municipio ya tiene las herramientas para llevar adelante el servicio y garantizar los puestos de trabajo", advirtió el funcionario.
Por su parte el titular de la empresa, Mariano Llavot, consideró el plazo otorgado por el Municipio como "muy exiguo", y anticipó que en las próximas horas solicitará "el plazo de 15 días, para cumplir con las condiciones exigidas.
Fuente: Télam