Mientras se profundizan las tareas para encontrar a los culpables del asesinato de la pequeña, la Justicia detuvo anoche a cinco personas que tendrían vinculación con el secuestro y posterior crimen de la menor
La casa de la pequeña Candela, en la calle Coraceros al 2.500 de Hurlingham, también se convirtió en un santuario, donde decenas de vecinos, amigos y compañeros de colegios la lloraron, le rezaron y aún reclaman Justicia para que el crimen no queden impune.
Fuente: infobae.com