Días atrás, técnicos de la Subsecretaría de Inclusión y Desarrollo visitaron el departamento a fin de relevar la marcha de los proyectos que fueron apoyados con pequeños préstamos para poder adquirir herramientas o insumos, y de esta manera ampliar su actividad e incrementar los ingresos familiares.
En septiembre, la cartera social, merced a una gestión del ministro Francisco Gordillo, entregó un subsidio de 30.000 pesos que administra la Comisión Vecinal “Cristina Salguero”, responsable de otorgar los préstamos de 1.000 pesos cada uno, que se devuelven en 24 cuotas semanales de 44 pesos.
Estos microcréditos fueron destinados a seis grupos integrados por cinco familias cada uno, teniendo una garantía solidaria de devolución, de manera que el dinero pueda prestarse nuevamente a otros emprendimientos.
El monto que recibe cada familia le permite adquirir elementos con los que mejoran la actividad productiva a la que se dedican, entre ellas la elaboración de empanadas, pan casero, pastelería, dulces caseros, herrería, albañilería y peluquería, entre otros.
La propuesta de los Bancos Vecinales, que sigue la metodología Grameen desarrollada por el economista bengalí Muhammad Yunus, apunta a personas que no pueden solicitar un préstamo bancario tradicional.
La primera experiencia se puso en marcha en Los Altos, aunque la idea es replicarla en otros departamentos, de acuerdo a los requerimientos que surjan de las entidades promotoras de cada zona.
