Al llegar al nosocomio local, se les informó que no había médico disponible ni tampoco ambulancia, por lo que las enfermeras de turno –a base de sus conocimientos- debieron suplir la función que debería cumplir un facultativo redituado para desempeñar sus tareas en una institución sanitaria, donde muchas veces la vida de una persona está en riesgo.
A raíz de la destacada labor de las enfermeras, pudieron estabilizar al bombero y dejarlo fuera de peligro hasta que recién llegó el médico cerca de las 3 de la tarde.
Como si esto fuera poco, los recursos materiales y humanos; medicamentos, combustible, entre otros, son algunos de los faltantes que mayor agravante presenta en la actualidad el hospital local, donde muchas veces instituciones como Vialidad de la Provincia y la Municipalidad colaboran con combustible o la ambulancia de Defensa Civil Municipal que es el único medio de movilidad sanitario que cuenta Fiambalá para cualquier emergencia, mientras que en la A.P. N°10 existe un “cementerio” de ambulancias sin reparar. Sin mencionar la localidad de Palo Blanco que siguen penando por un medico estable y que les devuelvan la ambulancia. Problemáticas que en más de tres años no pueden ser solucionadas a pesar de las innúmeras escusas y promesas por parte del Ministerio de Salud de la Provincia.
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