Actualmente los comercios que se dedican a la venta de las motos de baja potencia, están ofreciendo muchas facilidades para adquirirlas, motivo por el cual se ha incrementado la presencia de los ciclomotores en las calles y están involucradas en la mayoría de los accidentes de tránsito que se producen. Pero paralelo al aumento del tránsito de estos vehículos menores, se produjo un incremento de los reclamos de la gente por los constantes ruidos molestos ocasionados principalmente por los escapes libres.
En horas de la siesta y por la noche cuando el tránsito disminuye y no se cuenta ya con el control de los inspectores de tránsito, es aprovechada esa oportunidad por aquellos que conducen motos, para hacer sentir el poder de los escapes libre, convirtiendo las calles; San Martín, Avenida Calchaquí, Avenida Virgen de Belén por mencionar algunas, para convertirlas en “circuitos” para desplazamientos a altas velocidades e incluso para realizar picadas.
Ante este serio problema de tránsito sería muy interesante que si hay alguna reglamentación en vigencia sobre este tema se lo aplique con todo rigor como lo hacen algunos Municipios de otras ciudades, donde estipulan que toda moto con escape libre pasando los 85 decibeles de ruido, debe ser demorada y enviada al corralón Municipal a fin de que pague la multa correspondiente y coloque el escape original para que pueda ser retirada. Para llevar a cabo este trabajo el Municipio deberá adquirir un decibelímetro, este flamante aparato que mide el ruido, ya que con el control de las motos y vehículos en este sentido, el tránsito en el futuro se vería mucho más seguro.
Fuente: http://beleninfo.com.ar