Durante el trayecto se elevaron oraciones y cánticos entre vivas y aplausos espontáneos a San Juan Bautista, el único Santo de quien se celebra su nacimiento, llamado precursor del Mesías y último profeta que anunció a Cristo.
La gente se sumó a la fiesta colocando altares en las puertas de sus casas y adornando los sectores por donde pasó la Imagen del Santo.
A su arribo al atrio del templo, fue recibido por una gran cantidad de devotos que se encontraban ubicados frente a la plaza, y bajo los acordes de la Banda de Música de la Municipalidad de Fiambalá, la Imagen de San Juan Bautista Niño fue colocada en un altar, para dar comienzo a la Santa Misa, presidida por Mons. Luis Urbanc y concelebrada por el actual Párroco Esteban Chaile, el Párroco Emérito Julio Niñoles y el Vicario Parroquial, Pbro. Marcelo Amaya.
Durante su homilía, el Señor Obispo expresó: “El Patrono que tiene esta parroquia es el intercesor seguro que nosotros tenemos delante de Dios. Y cómo no vamos a venir a darle gracias por lo que hace todos los días por cada uno de los hijos de esta parroquia”.
Sean defensores de la vida
En otro tramo dijo: “Ustedes, queridos tinogasteños, honran a San Juan Bautista Niño, quien está particularmente relacionado con el misterio de la vida. Un niño cuando llega a nuestro hogar es la vida que florece, es la esperanza que se fortalece. Por tanto, acá, en Tinogasta, tienen que ser todos defensores, cuidadores de la vida. La vida es el don más precioso que Dios nos ha participado, y no sólo la vida terrena sino sobre todo la vida espiritual, la vida de la comunión con Dios”.
Al referirse a la Misión Diocesana Permanente exhortó a todos los presentes a que “seamos discípulos-misioneros al estilo de María, porque María en su advocación del Valle es la Patrona de la Diócesis”. Por eso, “esta fiesta de San Juan Bautista tiene que ser la interpelación última que Dios les hace para ponerse al hombro la tarea misionera en la diócesis. Me hago cargo de la misión que Cristo me confía, como se hizo cargo de su misión Juan Bautista”, agregando que “la misión comienza en el hogar, con los niños. Tienen que orar todos los días en familia, leer la Biblia en familia, venir a misa todos los domingos”.
Asimismo, remarcó que “la Misión Diocesana Permanente es empezar a vivir en serio en nuestros hogares la fe, al estilo de María, saliendo al encuentro de los demás como lo hizo Ella con su prima Isabel. Llevar a Jesús al encuentro de los otros”.
Del párroco
Antes de finalizar la ceremonia religiosa, el Padre Chaile dirigió unas palabras agradeciendo a Dios, quien “hizo posible que pueda celebrar junto a ustedes, en mi casi primer año como párroco en esta tierra, esta festividad tan maravillosa”. Hizo extensivo su agradecimiento “a todos ustedes, que se hicieron parte activa de estas festividades renovando esas ganas de ser verdaderos discípulos y misioneros de Jesucristo”.
Invitó “desde mi corazón de pastor, a todos aquellos que se sienten paralizados por el terrible mal del ‘no te metás’. Algo que daña no sólo a la Iglesia sino a toda la sociedad. La Iglesia es una sola, y por ese ideal de Jesús debemos trabajar”.
“En el Año de la Vida y de la Misión Permanente que hemos asumido como diócesis, salgamos a anunciar a nuestros hermanos, que el amor de Dios sigue presente entre nosotros, quien ha venido a dar vida a nuestra tierra tinogasteña”.
Posteriormente, se entonaron las estrofas del Himno Nacional Argentino, acompañadas por los acordes de una guitarra; dando paso al izamiento de la Bandera en el mástil del paseo público, a cargo de las autoridades presentes.
Como apertura de la Misión Diocesana Permanente en la parroquia, se concretó el envío de los misioneros, con elementos que serán utilizados en esta acción pastoral.
Como corolario de esta gran fiesta, los presentes despidieron con emoción la Imagen de San Juan Bautista, y después compartieron una velada artística y un sabroso chocolate, que aplacó el frío de la noche. Así se sintetizó una intensa actividad de nueve días, que comprendió actos litúrgicos, visitas del Santo a los barrios y escuelas, donde se observaron muestras de profunda devoción hacia el Santo Patrono de tierras tinogasteñas.