Ayer la coalición ya había lanzado uno de sus más grandes bombardeos contra la ciudad portuaria del sur del país, Mocha. Según informaron hoy fuentes hospitalarias, al menos 141 personas fallecieron, la mayoría civiles, y más de 200 resultaron heridas.
Mientras tanto, la milicia conocida como Resistencia Sureña, leal al presidente exiliado, Abdo Rabu Mansur Hadi, anunció hoy que capturó a dos importantes dirigentes hutíes en otra ciudad portuaria del ciudad, Adén, entre ellos el hermano del líder rebelde Abdel al Malek al Hutí, según la cuenta de Twitter del grupo armado.
La anterior tregua, aceptada tanto por Hadi y los sauditas como por los rebeldes hutíes, comenzó el 10 de julio pasado y duró una semana, aunque fue violada por ambas partes y, según la ONU, fueron los siete días más sangrientos desde el inicio del conflicto hace cuatro meses.
El 17 de julio pasado, en la última jornada de la tregua, el el gobierno de Hadi anunció desde su exilio en Arabia Saudita que sus aliados en el terreno y los aviones de la coalición árabe habían logrado liberar la estratégica ciudad de Adén.
Después de cuatro meses de bombardeos y de más de 3.500 muertos, 16.000 heridos y más de un millón de desplazados, se trató de la primera victoria desde el inicio del avance hutí del año pasado.
A finales de marzo pasado y tras el triunfo del movimiento rebelde hutí sobre gran parte del país más pobre del mundo árabe, Arabia Saudita, uno de los más férreos aliados de Estados Unidos en Medio Oriente, armó una inédita coalición de 10 Estados árabes para restituir al presidente reconocido por la comunidad internacional, Abdo Rabu Mansur Hadi.
Desde entonces los bombardeos aéreos de la coalición regional y los combates en el terreno entre los rebeldes hutíes y sus aliados, y las tribus y las milicias pro Hadi convirtieron a gran parte del país en un campo de batalla.
En sólo 25 años, Yemen, un país de 26 millones de habitantes, sufrió una guerra civil, uno de los episodios más intensos de la llamada Primavera Árabe, un levantamiento armado separatista, una campaña de bombardeos de drones estadounidenses aún en curso y, ahora, este conflicto regional.
La ONU estima que más de 3.000 personas murieron y otras 11.000 resultaron heridas desde que comenzaron los bombardeos internacionales.
Pero la crisis humanitaria que vive el país es mucho más profunda de lo que muestran las cifras de muertos y heridos.
Yemen es el país más pobre del mundo árabe, y antes que estallara la guerra interna y externa importaba un 90% de los alimentos que sus ciudadanos consumían y prácticamente toda la energía que usaban.
Cuando comenzaron los bombardeos aéreos, Arabia Saudita cerró su larga frontera y, más tarde, impuso un bloque naval sobre todas sus costas, cortando las vías de ingreso tradicionales de alimentos, energía, medicamentos y todo otro insumo esencial.
Fuente: Télam
