La fuga ocurrió el 11 de julio a través de un túnel de entre 15 y 18 metros de profundidad y 1,5 kilómetro de largo, desde el piso de la ducha de su celda hasta una casa en construcción frente a la supervigilada cárcel, reputada como la más segura de América latina.
Javier Oliva, de la Facultad de Ciencias Políticas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), consideró que "en el corto plazo será muy difícil su captura, y conforme pasen los días, se pone en evidencia la fragilidad y la incompetencia de la autoridad".
"En el corto plazo será muy difícil su captura, y conforme pasen los días, se pone en evidencia la fragilidad y la incompetencia de la autoridad"Javier Oliva, de la Facultad de Ciencias Políticas de la UNAM
Expertos cuestionan al gobierno no solo por no haber logrado la recaptura del "hombre más buscado" de la justicia mexicana, por el que se ofrecen unos cuatro millones de dólares de recompensa en México y cinco millones en Estados Unidos, sino por no haber castigado a los responsables de su fuga.
Oliva subrayó que "hasta el momento la investigación ha resultado incompleta". En total fueron detenidos 22 empleados de la prisión del Altiplano, pero solo siete fueron presentados ante un juez y apenas tres están siendo procesados: el encargado de vigilar los monitores de las cámaras de video de la prisión y dos celadores.
"El costo de la fuga ha sido enorme para el gobierno federal", afirmó Oliva, quien también criticó que Guzmán haya recibido "un trato excepcional" cuando estaba detenido.
Peña Nieto ordenó a la procuradora general de la República, Arely Gómez, que investigue "dónde pudo haber habido complicidades" que condujeron al escape.
La fuga costó el cargo al director de la prisión, Valentín Cárdenas; a la responsable de las cárceles federales, Celina Oseguera, y al titular del ente que administra las prisiones, Juan Hernández, pero el secretario de Gobernación (ministro del interior), Miguel Osorio, y el comisionado nacional de Seguridad, Monte Rubido, permanecen en sus puestos.
Para el el académico y experto en temas internacionales Jorge Chabat, del Centro de Investigación y Docencia Económicas, "la fuga explica el alto nivel de corrupción y es un signo de la debilidad institucional y de la penetración del crimen organizado" en el Estado mexicano.
"No veo fácil que lo puedan recapturar, no será sencillo; la última vez se tardaron como 13 años; yo diría que si se fugó dos veces, se podrá fugar una tercera, incluso es probable que El Chapo se jubile libre", vaticinó Chabat.
Guzmán había escapado en enero de 2001 de la prisión de alta seguridad Puente Grande, en el estado occidental Jalisco, oculto en un carrito de lavandería.
El gobierno de Estados Unidos, a través de su agencia antidrogas, DEA, señaló que Guzmán -que encabeza el Cartel del Pacífico, la más importante banda criminal del país- tal vez se refugió en las montañas de Sinaloa, concretamente en Badiraguato, su localidad natal.
También algunos especialistas especulan que pudo haberse ocultado en el Triángulo Dorado, en la confluencia entre ese estado y los de Chihuahua y Durango, en el norte del país, una zona escarpada, que es el lugar favorito para ponerse a salvo de las autoridades.
"El Chapo vive en un terreno muy duro en las montañas y conoce a toda la gente, y si hay cualquier movimiento de alguien, ellos saben", señaló días atrás una fuente de la DEA.
Aunque de inmediato se anunció una "cacería humana" de gran envergadura para recapturarlo y se emitió una alerta para buscarlo en 199 países, lo cierto es que los especialistas consideran improbable que pueda ser atrapado de nuevo, por lo menos en el corto plazo.
Fuente: Télam
